sábado, 19 de noviembre de 2016

La artista que retó a Le Corbusier

Una de las pinturas de Lecorbusier en la casa  E-1027.
... Eilen Gray describió el acto como "vandalismo puro".
Se dice que nunca más regresó al lugar....
Verano, estación de trenes de Roquebrune-Cap-Martin. Una localidad en la Costa Azul, en el sur de Francia. Me imagino las emociones de descubrimiento y sorpresa que tuvo Eileen Gray cuando eligió construir en las rocas marinas de este lugar la casa E1027. Pionera del diseño de mobiliario y de interiores, personaje a caballo entre el art déco y el Movimiento Moderno del siglo XX, tuvo la audacia de enfrentarse al arquitecto más grande del mundo, Le Corbusier, en una polémica que sigue despertando pasiones. En el centro de esta controversia está la casa E1027, realizada entre 1926 y 1929 y considerada como un icono arquitectónico indiscutible del Movimiento Moderno. Después de haber sido abandonada, utilizada provisionalmente por militares, vaciada por un propietario morfinómano y destrozada por vándalos (el último dueño fue asesinado allí en 1996), en el año 2000 es clasificada  como monumento histórico y se reabre al público en junio de 2015, después de una profunda restauración aún sin concluir y que dura ya varias décadas. Una restauración que también se ha visto envuelta en la polémica, calificada como chapucera por varios críticos al no haberse respetado los detalles de una construcción que ya forma parte de la memoria arquitectónica del siglo XX (por ejemplo interruptores del siglo XXI, colores que no corresponde, una escalera desplazada). Gestionada por la asociación cultural Cap Moderne, se puede visitar solo con cita previa. La reapertura coincide con una retrospectiva y una película -El precio del deseo/The Price of Desire, de Mary McGuckian- como homenaje a la figura de Eileen Gray, la delicada mujer que encuentra su apoteosis profesional en esta obra. Bixesual e hija de la aristocracia irlandesa, estudió primero en Londres y luego se formó como diseñadora de mobiliario en París en los años veinte.....La casa toma forma siguiendo los principios canónicos de la arquitectura del Movimiento Moderno. Eileen Gray había calculado el punto de vista ideal y la suspende en el paisaje en el sitio preciso, toda blanca, radiante de luz, como un romántico y privado refugio, todo lo contrario que su amante Jean Badovici, al que le gustaba invitar a amigos y artistas. Entre los más conocidos, Fernand Léger, Jean Cocteau y Charlotte Perriand. La tragedia estética se consuma en 1938, cuando Badovici,, ya separado de Eileen Gray, invita a Le Corbusier a quedarse en la villa. Le Corbusier decidió entonces pintar ocho paredes de la casa con temas femeninos que claramente representan escenas sáficas .... Eilen Gray describió el acto como "vandalismo puro". Se dice que nunca más regresó al lugar....
Benedetto Fasciana. El Viajero. El País, viernes 28 del 10 de 2016 

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