jueves, 21 de diciembre de 2017

Francia declara a Sade tesoro nacional

Marqués de Sade
El Gobierno francés declaró ayer tesoro nacional el manuscrito original de la obra más conocida del Marqués de Sade, Los 120 días de Sodoma o la escuela del libertinaje, que formaba parte de una venta pública que debía de arrancar mañana en la casa parisiense de subastas Drouot. El gesto del Estado evita que el documento abandone el territorio francés e insinúa su voluntad de adquirirlo, aunque esa perspectiva no haya sido confirmada, de momento por fuentes oficiales. El Ministerio de Cultura también frenó ayer la venta de un conjunto de manuscritos de André Breton, entre los que figuran los dos manifiestos del surrealismo, movimiento que el escritor lideró a partir de 1924. Los textos forman parte del fondo de la sociedad Aristophil, cuyo fundador, el empresario francés Gérard Lhéritier, se declaró en bancarrota en 2015. Es sospechoso de estafa a través de la compra de manuscritos históricos. Ese conjunto de 130.000 piezas será liquidado en sucesivas subastas para repartir sus beneficios entre los perjudicados. en los lotes figura el testimonio de una superviviente del Titanic, Helen Churchill Candee, que inspiraría la oscarizada película de James Cameron de 1997 o la correspondencia privada de Napoleón. Todos se venderán al mejor postor, menos el manuscrito de Sade y los textos del surrealismo.
 La libidinosa obra del aristócrata francés, escrita durante su encarcelamiento en la prisión de la Bastilla en 785, se convirtió en el siglo XX en un objeto de fascinación por parte de los intelectuales franceses. Autores como Michel Foucault, Roland Barthes, Gilles Deleuze o Simone de Beauvoir estudiaron el significado de los textos de Sade, convertido en heraldo de una emancipación libertina y avanzada a su tiempo. En 1990, su obra entró en la prestigiosa colección de La Pléiade, que fija el canon de la literatura universal.
 El manuscrito que contiene Los 120 días de Sodoma es un espectacular rollo de 12 metros de largo, escrito a doble cara en letra minúscula y que Sade habría ocultado dentro de un consolador para evitar que se lo expropiaran. El responsable d la subasta, Claude Aguttes, decidió ayer retirarlo de la venta, donde su precio podría haber bajado sustancialmente, puesto que la decisión del Estado francés excluye a los coleccionistas extranjeros. Aguttes añadía que el Estado tiene "gran interés" en cerrar la venta  y que ha aceptado negociar una posible compra "al precio del mercado internacional, como indica la ley". El precio de salida se situaba entre cuatro y seis millones de euros, aunque ahora podría alcanzar una cifra bastante superior, "hasta los siete u ocho millones", según Aguttes, quien ha constado, en los últimos días, el interés de compradores estadounidenses y turcos. "Es una obra increíble y sulfurosa, lo que puede dar miedo o seducir, según el tipo de comprador", señala... Para Michel Delon, profesor emérito de Literatura Francesa en la Sorbona y gran especialista en la obra de Sade, la solución podría pasar por "una alianza  entre el Estado y la división de mecenazgo cultural de un grupo industrial que siga teniendo participación pública"...
Álex Vicente. El País, martes 19 de diciembre de 2017

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