domingo, 10 de diciembre de 2017

Quelque chose de Tennessee

Nunca me gustó noviembre. El mes más triste del año, el más oscuro, el que empieza con el cambio de horario, en el que los días se acortan. El que empieza con el recuerdo de nuestros muertos. Frío en el alma, frío en el cuerpo.  Sin embargo, por los caprichos del clima, este año no ha sido así. Disfrutamos de un otoño dorado y cálido. El día de difuntos el cementerio de Santiago lucía en todo su esplendor. Flores de todos los colores y un sol resplandeciente le daban un aire de fiesta al que contribuía el gran número de visitantes como si triunfase el recuerdo que sigue vivo sobre la pérdida de nuestros seres queridos. Cuestión de tiempo. El frío, las lluvias y la muerte fueron llegando justo un mes más tarde.

Johnny Hallyday y Nathalie Baye en losaños 80.
La mañana del 6 de diciembre se iniciaba un puente muy deseado en el mundo de la enseñanza al que aún pertenezco. Como de cos-tumbre había madrugado para poner al día mi blog sin consultar ni los periódicos del día, ni la radio, en ese silencio del alba, en que suelo hacerlo. Cuando mi amiga C. , que había pasado la noche en casa, bajó a desayunar, me dió la noticia: "Murió Johnny Hallyday". Y en ese mismo momento oí los primeros acordes de su canción, Quelque chose de Tennessee/ Algo de Tennessee y la voz de Nathalie Baye susurrando la primera estrofa: "A vous autres, hommes faibles et merveilleux/ Que mettez tant de grâce à vous retirer du jeu/ Il faut qu'une main posée sur votre épaule/ vous pousse vers la vie/Cette main tendre et légère". "A vosotros, hombres débiles y maravillosos/ Que poneis tanta gracia en retiraros del juego/ Necesitáis que una mano sobre vuestro hombro/ Os empuje hacia la vida/ Esa mano tierna y ligera". Sentí una punzada y ví con toda claridad una de mis clases que llevo en el corazón, una clase de la promoción que se fueron en 1999, hace casi 20 años. Había descubierto la canción en una de las cassettes que entonces acompañaban a la revista Le Français dans le Monde, todavía no llegaban con CDS. Nunca fui muy rockera, aunque me gustaba mucho Elvis Presley, no conocía casi nada de Johnny, pero esa canción fue un auténtico shock para mí y para mis alumnos que la tarareaban cuando me encontraban por los pasillos. ¿Alguno, alguna, habrán pensado en mí estos días?. Si no la conocen, escúchenla, es una maravilla. La letra, les paroles, son de Michel Berger. La voz un poco rota de Johnny, el sentimiento con que la canta se meten en el alma. Habla de Tennessee Williams, de cómo vivía, de cómo nos parecemos a él: "On  a tous en nous quelque chose de Tennessee/Cette volonté de prolonger la nuit/ Ce désir fou de vivre une autre vie/ Cette force qui nous pousse vers l'infini"/ "Todos tenemos en nosotros algo de Tennessee/ Esa voluntad de prolongar la noche/ Ese loco deseo de vivir otra vida/  Esa fuerza que nos empuja hacia el infinito". De cómo murió: "Sans un seul amour/ Sans un seul ami"/"Sin un solo amor/ Sin un solo amigo".

Tumba de Valle Inclán en el cementerio de Boisaca. Santiago

Y como tantas veces, el azar había previsto para ese día  un paseo muy en consonancia con la noticia. Mi amiga C. quería visitar el cementerio de Santiago, en Boisaca. Un amigo suyo le había hablado de la tumba de Valle Inclán. Y allí estaba el escritor junto a  otros tres ilustres gallegos. Casi a la entrada, en un espacio diferenciado, un poco elevado. Cuatro losas de piedra, magnolios y alguna conífera hacia un lado, a modo de vigilantes, serenos y elegantes. La espléndida mañana, el silencio absoluto, éramos casi las únicas vivientes en el lugar, nos hicieron recordar aquellos versos antiguos que aprendimos de niñas: "Dios mío, qué solos se quedan los muertos". Cuando bajábamos por el paseo central hacia la tumba donde reposan las cenizas de dos de mis muertos, mi padre y mi marido, noté algo distinto: las dos hileras de cipreses que lo enmarcaban habían desaparecido y con ellas parte de la belleza y del sosiego que siempre me produce este lugar.

 Quelque chose de Tennessee sobrevoló ayer la emotiva despedida que Francia tributó a Johnny Hallyday. Emmanuel Macron le dedicó un Elogio al pie de la iglesia de La Madeleine con estas palabras: "On a tous en nous quelque chose de Johnny Hallyday. Il était le bad boy qui chantait l'amour, le rocker sentimental...allant de conquêtes en déchirures. Nous avons souffert et aimé avec lui"/Todos tenemos en nosotros algo de Johnny Hallyday. Era el chico malo que cantaba al amor, el rockero sentimental...que iba de las conquistas a los desgarros. Hemos sufrido y amado con él". Y esa misma canción sonó interpretada por la Guardia Republicana en el concierto  que ofrecieron dos días antes en la Unesco.

 Merci Johnny decía ayer la Tour Eiffel. Merci Johnny desde aquí.

Carmen Glez Teixeira

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