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Gerard Depardieu y Santiago Segura |
Dos caraduraduras hechos para el cine. A los dos les gusta ir de canallas, de caraduras sin pretensiones. Pero Gérard Depardieu y Santiago Segura viven entregados a su mundo, el del cine, que los ha convertido en una extraña pareja en Sólo se vive una vez, la ópera prima de Federico Cueva, un experto en efectos especiales que da el salto a la dirección con una película hispano-argentina que parece una superproducción de Hollywood, con mucha acción y mucho nombre: Peter Lanzani, la China Suárez, Hugo Silva o Luis Brandoni. Los dos hacen de crueles mafiosos -Depardieu es el jefe de Segura-, pero en realidad lo que les gusta es reírse de sí mismos, de su oficio y de todo. Incluso del Papa argentino, un personaje omnipresente en la Buenos Aires donde se ha rodado la película. "Gérard es como el Papa, le gustan la carne y las mujeres. Claro que el Papa es el único que puede absolverse a sí mismo", lanza Segura. El francés se ríe con las bromas de su colega en la habitación de un hotel de la capital argentina después de largas horas de rodaje y pronuncia la palabra "carne" en español con una pasión que confirma su fama de vividor. "Yo no soy un actor con una misión. Me da igual hacer de fascista que de comunista. Como decía Marcello Mastroianni: "Tomemos el sol, comamos bien". Y ya. Hago cine para divertirme, para aprender, para divertir a los demás". En la película, la carne de la que dio buena cuenta Depardieu mientras estuvo de rodaje tiene un protagonismo importante. "Es la historia de una manipulación genética de la carne que hicieron los estadounidenses hace 40 años en Argentina y la gente no lo sabía. Todo lo que comemos es una mierda enorme", dice el actor."Sólo se vive una vez es una comedia, pero como todas las grandes comedias se basa en algo que ha sucedido, com Chaplin cuando bromeaba sobre el hambre",,,
Carlos E. Cué. El País Semanal, 27 de septiembre de 2017
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