El presidente Emmanuel Macron, acompañado por Marlène Schiappa, Secretaria de Estado para la Igualdad de Género. |
Según Macron la lucha contra el sexismo ha de empezar en las escuelas. En lo que va de año, 123 mujeres han sido asesinadas en Francia por su pareja o su ex pareja. "La sociedad entera está enferma de sexismo", dijo, "debemos sentir horror y vergüenza".
Casi todo lo que anunció Macron figuraba en su programa electoral. Pero la onda expansiva del caso Weinstein, el aumento de un 30% en las denuncias al teléfono especial 3919 y la enorme cantidad de mujeres que dicen ser víctimas de violencia física o sexual por parte de sus parejas (225.000 en 2016) le empujaron a convertir el problema del sexismo en uno de los grandes temas políticos para los próximos años.
Dinero no habrá mucho (420 millones de euros por ejercicio, 25 millones más que hasta ahora) y será necesario esperar ala presentación de la ley, en 2018, para conocer los detalles concretos. En cualquier caso, el presidente articuló su plan de dirección en torno a tres ejes: educación y batalla cultural, protección a las víctimas, y robustecimiento del arsenal represivo.
Desde el próximo curso, en la escuela pública se impartirán clases sobre " prevención y lucha contra el sexismo, el acoso y la violencia". El presidente francés y su gobierno creen que la pornografía y los videojuegos inciden en el comportamiento juvenil y quieren regular el acceso de los menores. Se trata de un asunto ya muy discutido y complejo.
¿Cómo evitar que un menor de edad mire pornografía a través de internet? En el Reino Unido está previsto que, desde el año próximo, haya que introducir los datos de una tarjeta de crédito antes de acceder a páginas de contenido sexual. La medida ha sido muy criticada por los defensores del derecho a la privacidad.
En cuanto a la posible incidencia de los videojuegos en el comportamiento juvenil, las opiniones son dispares. Macron no dio pistas sobre las medidas que incluiría la ley el año próximo. La ley debería contener también medidas de momento no especificadas, contra el ciberacoso entre jóvenes. Las víctimas de violencia sexual, doméstica o no, podrán presentar denuncia en los hospitales, a los que se asignarán policías especializados. No será necesario acudir a la comisaría. Y se extremaran las causas contra menores.
Para empezar:el plazo de prescripción de los delitos sexuales sobre menores será ampliado desde los actuales 20 años hasta 30. En cuanto a la edad de consentimiento, Macron propone que se sitúe en la actual edad de mayoría sexual. los 15 años. Por debajo de esta edad no será posible alegar que un joven o una joven han consentido.
Un aspecto sobre el que Macron pasó de puntillas, aunque prometiera "multas disuasorias", fue el delito de sexismo por acoso en la calle. No se refería tanto a las frases obscenas o los piropos patosos como al acoso que se registra de forma cotidiana en los barrios de mayoría musulmana, sobre las mujeres que visten de forma provocativa a juicio de los acosadores. Hablar directamente del asunto suscita acusaciones de islamofobia. Pero el problema es real. En determinadas zonas de París, como los alrededores del metro de La Chapelle, las mujeres han denunciado una y otra vez que son insultadas, o incluso amenazadas, si llevan pantalones, faldas cortas o escotes.
Enric González. París. Corresponsal. El Mundo, domingo, 26 de noviembre de 2017
Para empezar:el plazo de prescripción de los delitos sexuales sobre menores será ampliado desde los actuales 20 años hasta 30. En cuanto a la edad de consentimiento, Macron propone que se sitúe en la actual edad de mayoría sexual. los 15 años. Por debajo de esta edad no será posible alegar que un joven o una joven han consentido.
Un aspecto sobre el que Macron pasó de puntillas, aunque prometiera "multas disuasorias", fue el delito de sexismo por acoso en la calle. No se refería tanto a las frases obscenas o los piropos patosos como al acoso que se registra de forma cotidiana en los barrios de mayoría musulmana, sobre las mujeres que visten de forma provocativa a juicio de los acosadores. Hablar directamente del asunto suscita acusaciones de islamofobia. Pero el problema es real. En determinadas zonas de París, como los alrededores del metro de La Chapelle, las mujeres han denunciado una y otra vez que son insultadas, o incluso amenazadas, si llevan pantalones, faldas cortas o escotes.
Enric González. París. Corresponsal. El Mundo, domingo, 26 de noviembre de 2017
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