martes, 4 de septiembre de 2018

El último viaje de Robert Kennedy

Foto de Fusco desde el tren  que llevaba los restos
de  Robert Kennedy a Washington
Robert Kennedy hizo su último viaje subido a un tren. Fue el 8 de junio de 1968. Dos días después de su asesinato en un hotel de Los Ángeles, tras haber ganado las primarias demócratas en California, un convoy funerario condujo los restos mortales del senador desde la catedral de San Patricio, en Nueva York, hasta el cementerio militar de Arlington, en las afueras de Washington, donde sería enterrado. El fotógrafo Paul Fusco, futuro integrante de la agencia Magnum, se encontraba en ese tren. Las imágenes que recogió a lo largo de aquel viaje son recordadas este verano en el 50º aniversario del asesinato de Kennedy, en dos exposiciones distintas, en Nueva York y Arlés. Ambas rememoran aquel día en que la población salió a la calle para despedirse de un político que logró suscitar un ápice de esperanza en un tiempo marcado por la violencia y las tensiones raciales, tras la muerte de su hermano, el presidente John Kennedy, cinco años atrás, y la de Martín Luther King, solo dos meses antes. El asesinato de Bobby, perpetrado por un palestino desequilibrado que dijo haber actuado por su país, dejó claro que la oscuridad era total. "Hay vidas que tienen el valor de iluminarse cuando llega la muerte", escribió una vez Norman Mailer sobre ese hombre "con dientes de conejo y "ojos de un azul lechoso", a quien el pueblo estadounidense terminó amando "cinco veces más estando muerto que vivo",
Ese día Fusco -que nació en Leominster (Massachusets) hace 88 años- había llegado temprano a la redacción de Look, la revista ilustrada para la que trabajaba como reportero. Era sábado, una jornada tranquila. Hasta que su editor llamó al despacho. "Paul, hay un tren que sale de Penn Station para llevar el féretro de Bobby a Washington. Súbete", le ordenó. El fotógrafo se armo de dos Leicas, una Nikon y 30 carretes Kodachrome. Su cometido era retratar las dos ceremonias oficiales....
"Funcionaron mal como fotografías de actualidad, pero muy bien como documentos históricos... En general fueron descubiertas y celebradas con retraso" expresa Clément Chéroux, conservador de fotografía del Museo de Arte Moderno de San Francisco y comisario de la muestra The Train, que recupera las copias originales de Fusco en el marco de los Encuentros de Arlés, festival fotográfico de referencia que se celebra en la ciudad francesa hasta el 23 de septiembre. La exposición también indaga en la influencia de esta serie exhumada en otros artistas...
Álex Vicente. El País, sábado 25 de agosto de 2018

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