Fouché |
La biografía de Fouché (subtitulada en sus primeras ediciones como Un genio tenebroso ) se manifiesta en capas. La de arriba es la literaria: si se tratase sólo de ficción ya valdría la pena, por la calidad de la prosa del autor, llena de hallazgos y de un lenguaje riquísimo, gracias también a la impecable traducción de Carlos Fortea. Más abajo está la pura narración de los acontecimientos que sacuden Francia desde 1789 hasta 1820. La siguiente es la política, en la que se aprecian las maniobras de unos y de otros, con Fouché siempre en el centro. Y en el corazón, la psicológica, la más difícil de encontrar y en la que Zweig se apunta el mayor de los éxitos. Porque realmente Fouché es un tratado de psicología, la disección de la mente de un político de discreto origen que, trampa tras trampa, acaba siendo temido incluso por Napoleón, el emperador más poderoso de su tiempo, que lo odia y, sin embargo, no sabe qué hacer cuando no lo tiene junto a él. Mantener siempre la sangre fría, golpear a tiempo y mutar de color como un camaleón son las claves que ofrece Zweig para entender a su biografiado, del que escribe: "Solo disfruta de una cosa en el mundo: del placer de la doblez, del ardiente estímulo y el excitante peligro del doble juego"...
Miguel Lorenci. Madrid. La Voz de Galicia, lunes 27 de agosto de 2018
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