Jean Pisani-Ferry es uno de los observadores más respetados de la actualidad. Este economista francés dirigió entre 2005 y 2013, Bruegel, el think tank mas importante e influyente de Bruselas. Ese año volvió a casa como Commissioner-General of France Stratégie, responsable máximo del laboratorio de ideas del Gobierno galo. y de ahí se convirtió en uno de los asesores principales de la campaña de Emmanuel Macron. Pisani-Ferry fue tentado para cargos importantes del Gobierno, pero optó por seguir en su mundo, donde más falta cree que hace. Sobrio y realista recibe en Florencia a Crónica, desde donde analiza los grandes desafíos del continente en su cátedra del Instituto Europeo. Con poco optimismo, mucho pragmatismo y contagiosa calma.
P.- El año 2017 fue un momento muy tenso . Hubo elecciones muy tensas en Francia, Holanda y Alemania, el inicio del Brexit. Como no acabó tan mal vino la Euforia. ¿Dónde estamos realmente?
R.- Lo que estamos viviendo realmente no se va a arreglar con una o dos elecciones. Estamos ante una redefinición fundamental de Europa y el futuro de la economía libre y las sociedades abiertas. Se ve por todas partes, no sólo en Europa aunque aquí es muy acuciado. No hablamos de un mero ciclo electoral, por eso hace falta claridad al definir las posiciones . Esto va a seguir durante un tiempo, posiblemente un largo tiempo, con nosotros. La dimensión que más nos afecta es la discusión de qué es Europa y qué queremos que sea. Como economista diría que es un debate sobre bienes públicos. En la UE todo empezó con la noción de paz y prosperidad como piedras angulares.
P.- Pero eso ya no basta.
R.- No, ya no basta. Con la paz ya no vamos a convencer no le digo a las nuevas generaciones, sino tampoco a las actuales. No es suficiente decir que el objetivo de Europa es evitar la guerra entre Francia y Alemania. Porque no es un tema de hoy. Sobre la idea de prosperidad, el resultado de estas décadas es aún más agridulce.
P.- Ahora se escuchan otras muchas otras preguntas.
R.- Exactamente. Hay muchas otras preguntas emergiendo. Una es el cambio de contexto globalizado, algo que se ve muy bien con la actitud de Trump, con la asertividad china, y con lo que llamamos the raise of the rest , el auge del resto del mundo, que hace 25 años representaba el 20% del PIB mundial y hoy son el el 60%. La UE nació bajo la protección del paraguas estadounidense y fue forjada en un mundo donde el liderazgo norteamericano no era discutido. Las cosas han cambiado y el mensaje de Trump es que EEUU es cada vez más reacia a comportarse como el ancla del orden económico y seguridad mundial. El mensaje estaba ahí ya con Obama...Tenemos que cuidar nuestros propios intereses y luchar por los valores en los que creemos.
P.- El migratorio e identitario va a ser el gran debate durante al menos una generación.
R.- Sí. El sistema de Dublín (que regula la concesión de protección internacional a los demandantes de asilo) obviamente no funciona y por lo tanto hay que redefinir el rol de los países y la UE. La gente viene a Europa por todas las rutas posibles. Por Marruecos hacia España. A Italia, por tierra o mar. Cambian las rutas pero la idea de Europa o de un refugio atrae. Para muchos de los refugiados o los migrantes económicos, el objetivo es Europa, no un país en particular. Por eso deberíamos abordar los flujos de llegadas como un asunto común que requiere una una respuesta común de la UE. La solución, al final, tendrá que ser un acuerdo legal único, una agencia europea de refugiados y un sistema unificado de control de fronteras...
P.- ¿Está preocupado, asustado, afectado por Europa?
R.- Estoy preocupado. Estamos ante una de esas instancias en las que o eres capaz de redefinirte o puedes perder tu importancia, tu relevancia en el mundo. Si la UE no es capaz de responder a las preguntas clave en seguridad, en economía, en protección de los datos de los ciudadanos, en el clima...Tiene que ser antes de las elecciones europeas de 2019. Si no logramos nada importante antes, será un revés terrible...
P.- ¿Está preocupado, asustado, afectado por Europa?
R.- Estoy preocupado. Estamos ante una de esas instancias en las que o eres capaz de redefinirte o puedes perder tu importancia, tu relevancia en el mundo. Si la UE no es capaz de responder a las preguntas clave en seguridad, en economía, en protección de los datos de los ciudadanos, en el clima...Tiene que ser antes de las elecciones europeas de 2019. Si no logramos nada importante antes, será un revés terrible...
Pablo R. Suances. Florencia.Crónica. El Mundo, domingo 2 de septiembre de 2018
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