domingo, 1 de marzo de 2015

Miradas cruzadas/Regards croisés sobre la Guerra Civil

Con la llegada de la democracia, nuestra  Guerra Civil ha sido una fuente de inspiración inagotable para las diferentes manifestaciones artísticas, en especial para la literatura y el cine. Muchos hemos sentido un cierto hartazgo ante tantas publicaciones, algo por otra parte inevitable si se tiene en cuenta que durante mucho tiempo fue un tema tabú del que solo se hablaba en familia o en libros que nos llegaban de fuera de España. La historia de mi familia, el relato de mis padres configuró mi primera mirada que fue transformándose, a medida que me hice mayor, con la abundante información de la que dispuse. Pero no es de mi mirada  de lo que hoy quiero hablarles aunque volveré a ella al finalizar el texto.
 He seleccionado tres libros recientes para reflexionar sobre ese juego de miradas cruzadas/regards croisés : Pas pleurer de Lydie Salvayre. Le Seuil, août 2014, Premio Goncourt 2014, Un tango pour la vie de Paloma Léon, Éditions Les Monedières, mars 2014, La noche de los tiempos de Antonio Muñoz Molina, Seix Barral, noviembre de 2009. Seguiré el orden inverso en el que llegaron a mis manos.
 Como regalo de Navidad, recibo dos ejemplares de Pas pleurer, uno de Burdeos, el otro de Brem-sur-mer en Vendée . Mis dos amigas que los enviaron no dudaron en un instante que era el mejor regalo para mí. Sin embargo, confienso que para mí fue, en un primer momento, una decepción."Otro libro más sobre la guerra civil y escrito por una francesa, hija de republicanos que huyeron del franquismo", pensé, "no, más de lo mismo" . Le eché un vistazo y lo dejé preguntándome  qué razones tuvo el  Jurado para concederle el premio. Ayer leí que la crítica no se ha mostrado muy entusiasta, más bien sorprendida. El periódico Libération se pregunta:"Un Goncourt Salvayre mais juste?". Unos días antes lo había cogido de nuevo y ya no lo solté. Aunque el tema me cansa y creo que está enfocado desde esa óptica de la España del cliché de Merimée que tanto gusta a los franceses, encontré en él dos voces, dos miradas entrelazadas, la de Bernanos que denuncia el terror de nuestra guerra con la bendición de la Iglesia  y la de la madre de la autora que conserva en su memoria perdida el encantamiento de los primeros días de la insurrección libertaria con los que empezó la guerra del 36. Esta lectura se me presentó como una segunda señal que me animaba a escribir sobre algo que no había previsto.
 Segunda señal, porque la primera llegó en agosto cuando Cécile Lainé  me envía desde Limoges el libro de Paloma Léon.  Había conocido  a las dos, profesoras de español en Limoges, en el año 2002, en un intercambio escolar. Estudiaban entonces El lápiz del carpintero de Manuel Rivas. Ya he contado en un artículo de la primera etapa como el azar quiso que un día me encontrase con él y a partir de entonces naciese una gran amistad entre Paloma y Manuel. Él ha escrito uno de los dos prólogos  de este Tango pour la vie. Paul Estrade, historiador de la Resistencia y de los Campos de españoles en Corrèze firma el primero: "Estas páginas conmovedoras de recuerdos, delicado homenaje de una hija sensible  a sus padres desaparecidos, salen en seguida del marco familiar, la autora inscribe su historia, que hace suya, en la historia de España y de Francia contemporáneas. .. Son sus destinos paralelos, luego su vida en común, los que traza de nuevo Paloma León,  como hija amorosa y agradecida tanto como heredera de su compromiso."..."Está claro que Paloma León no bajará sus brazos mientras que España no haya retomado el camino de una democracia real, mientras que los sacrificados de la Segunda República no hayan sido rehabilitados, mientras que la Tercera República no haya visto la luz".  Del elogioso prólogo de Rivas extraigo las siguientes líneas: "La memoria es un ser vivo. Cuando ama construye el pasado y abre el paso al porvenir. Esta es la pulsión caligráfica, el sentido fluvial del movimiento que transporta la mirada cuando lees Un tango pour la vie. Es una laboriosa construcción del amor. Para que Paloma recuerde así, la vida tuvo que bailar el tango al borde del abismo.....La vida tuvo que resucitar. Re-existir."
 De La Noche de los tiempos, un texto único sobre las raíces de la sociedad en que vivimos(Seix Barral, Biblioteca Breve), nos interesa aquí y en relación a los dos libros anteriores, el enfoque, la aproximación del escritor al mismo acontecimiento, es decir su mirada. Lo que lo hace distinto, nuevo, luminoso. Para ello me limitaré a reproducir algunos fragmentos de la entrevista que Jesús Ruíz Montilla le hizo para Babelia el sábado 21 de Noviembre de 2009, con motivo de la publicación de esta novela: "Lo que yo quería contar es la percepción de las cosas cuando no son historia todavía"...."Necesitaba una identificación, centrarme en un personaje con una encrucijada fundamental como la que tuvo Pedro Salinas, más personal."..."Son dos partes. Esa es la cuestión. Una enterarnos de cómo eran las cosas. Leer y recordar qué nos han contado...  (otra),Un examen de conciencia que aquí consiste en intentar quitar las capas de la ignorancia, la ideología, la pereza mental para intentar saber cómo se siente una persona  que vive una experiencia así....Es muy fácil juzgar a posteriori, dividir el mundo entre los justos y los que no lo son, pero las cosas son mucho más complicadas. Hay que hacer un esfuerzo y consiste en imponer más que nuestra mirada o nuestras opiniones caprichosas, las preguntas. A quienes lo vivieron  y a nosotros  mismos: ¿tú que habrías hecho? Pero hay que tener la humildad de no responderse. La novela como género  nos enseña que debemos tener un fondo de respeto sobre el ser humano. Que hay cosas que podemos saber pero otras no; ni sobre otros ni sobre nosotros mismos."A.M.M.
 Solo me queda añadir que si no han leído este libro, léanlo, habrá un antes y un después en su visión de nuestra Guerra Civil, como lo ha habido para mí. Y a mis amigos franceses les digo lo mismo, cuando lo hayan leído, hablaremos...

En la evocación de la Guerra, llevo en el corazón dos miradas, la primera, la de un niño de 4 años Tanguy, - Michel del Castillo, 1957-, la segunda, la de una mujer muy joven, con sus libros crecí, Celia, - Elena Fortún- 1987, editado 35 años después de su muerte,  inolvidable Celia en la Revolución.
Carmen Glez.Teixeira


No hay comentarios:

Publicar un comentario