Este politólogo francés, profesor y especialista en las sociedades árabes realiza, en la entrevista concedida a Alex Vicente, un viaje intelectual desde Afganistán a Francia a través del Magreb y Oriente Próximo hasta desembocar en las últimas matanzas de París para dar todas las respuestas. Cuando se le pregunta a Gilles Kepel qué le incitó a dedicar media vida al estudio del islam y las sociedades árabes, el politólogo responde con una mezcla de pudor y misterio:"Lea el último capítulo de mi libro y entenderá". Passions arabes es el diario de su viaje por el Magreb y Oriente Próximo a principios de esta década, cuando la irrupción de las revoluciones empezaban a transformar sus paisajes. Encontramos a un joven de 19 años-troskista, ateo y aniclerical, bruscamente huérfano de madre y más bien solitario- subido a un barco soviético durante el verano de 1974, cruzando Anatolia en autstop hasta alcanzar la frontera con Siria en Bab al Hawa y descubriendo un panorama exuberante que ya había olfateado en los cómics de Tintín. Gran especialista francés en el Islam, profesor del Instituto de Estudios Políticos (Sciences Po) y de la Escuela Normal Superior de París, este hijo de intelectual checo y profesora provenzal se ha pasado cuatro décadas analizando cómo el paisaje idealizado de su juventud se ha terminado convirtiendo en "una letanía de cadáveres ensangrentados y ejecuciones sumarias", en un lugar donde las mujeres con quien intercambió miradas cómplices se encuentran "reclusas tras la apertura siniestra del velo, como lo están hoy en los entornos suníes", sostiene. Y también en cómo la mancha del islamismo radical se ha ido expandiendo y retrayendo a lo largo de los últimos años. En su último libro, Terreur dans l'Hexagone. Genèse du djihad français (Gallimard), que acaba de llegar a las librerías francesas, Kepel examina la emergencia de una tercera ola de yihadismo, enraizada en el territorio europeo y alimentada por sus flaquezas, que ha eclosionado en los atentados del 13-N en París.Al Estado Islámico, Kepel prefiere llamarle Daesh, usando su acrónimo en árabe, para evitar darle la legimitidad de un Estado".....
Alex Vicente . París. El País Semanal, 14 de diciembre de 2015.
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