Con su inseparable pipa encendida, Jules Maigret es uno de los comisarios más famosos de la literatura francesa. Su creador, el prolífico Georges Simenon (Lieja, 1903-Lausana, 1989), lo convirtió en protagonista en más de 70 novelas y cerca de una treintena de cuentos. Actualmente, es su segundo hijo, el primero de su segunda mujer, Denyse, John Simenon (Tucson, EEUU., 1949), como albacea literario, el encargado de mantener vivo el legado de un escritor cuyas obras están incluidas en La Pléyade. El sello Acantilado -que está reordenando con su acostumbrada exquisitez la edición de su obra- acaba de publicar en español La noche de la encrucijada, en la que Maigret deberá descubrir al asesino de un corredor de diamantes holandés.... "Sin duda mi padre compartía ciertos rasgos de Maigret. Por ejemplo, disfrutaba muchísimo de la compañía de la gente, intentaba entenderla, mostraba unas capacidades intuitivas muy importantes. Era muy difícil, cuando yo era pequeño, esconderle cualquier cosa. En lo demás, Maigret dista mucho de lo que era mi padre. Maigret era alto. fuerte, lento. Por el contrario, mi padre era bajito, muy intenso, sufría mucha angustia. Maigret era muy tranquilo, estaba muy satisfecho con su vida, tenía una relación estable con su esposa...""Cualquier libro que aborde la cara oscura del ser humano es negro. Por eso, en mi opinión, incluso las novelas que escribió mi padre que no tienen que ver con Maigret son negras también, porque la mayoría de estos libros son oscuros e indagan la cara menos luminosa de nuestra alma...
Beatriz Pérez. Barcelona. La voz de Galicia, lunes 20 de marzo de 2017
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