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ADN Humano |
Quintana-Murci (Palma, 1970) es uno de los mayores especialistas del mundo en genética evolutiva humana. Es decir, un historiador del ADN. Porque en vez de hurgar en archivos y bibliotecas, el utiliza los genes para destapar verdades ocultas sobre el origen de nuestra especie, las migraciones de hace milenios y la adaptación de estos antepasados a distintas enfermedades infecciosas. Un viaje interior profundo que le ha llevado después de 20 años a la dirección del Instituto Pasteur. En la cuna de la microbiología compatibiliza este cargo con sus estudios sobre genética de poblaciones. Aquí, en el distrito XV parisino, salpicado de avisos del plan antiterrorista Vigipirate como todo el centro de la ciudad, este Indian Jones de laboratorio almacena más de 15.000 muestras de ADN de todo el mundo. "Somos exploradores , aunque nuestro trabajo es descubrir lo que la naturaleza ya ha hecho", señala casi sin importancia. Sin embargo, algunos de sus hallazgos ya han servido para acabar con mitos y reescribir hechos que parecían incuestionables. Por ejemplo, que la expansión demográfica de los cazadores-recolectores se ha producido siempre gracias al desarrollo de la agricultura. En el África subsahariana de hace 5.000 años no fue así. Los cazadores empezaron a cultivar porque ya eran tantos que no podían sobrevivir alimentándose sólo de los animales que mataban. Lo constató tras mapear a descendientes de aquellos, hoy diseminados por Gabón y Camerún. Las averiguaciones del balear, Gran Premio de Medicina e Investigación Biomédica del Ayuntamiento de París en 2015, también han hecho aflorar relaciones que no aparecen en ninguna enciclopedia. Como la que vincula la etnia paquistaní de los Makrani con el tráfico sexual de mujeres por el océano índico. O la más reciente, que apunta al cruce de los europeos primitivos con Neanderthales para explicar la resistencia de nuestro sistema inmune... y la propensión actual a las alergias. Quintana-Murci da detalles de estos logros con la dificultad del expatriado que maneja cinco idiomas e intenta no mezclarlos. Él mismo es un ejemplo contemporáneo de movilidad humana: ha estudiado y desarrollado su carrera en España, Italia, Francia, Inglaterra y EEUU. En su despacho, situado en la quita planta de uno de los edificios nuevos del Pasteur, desde donde se ve la propia casa del fundador y la Torre Eiffel con apenas girar el cuello, hay un mapa mundi. El alcance de la genética de poblaciones es global....
José María Robles. Papel/ El Mundo, domingo 26 de febrero de 2017
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