viernes, 4 de diciembre de 2020

La anomalía de ganar el Goncourt en el año más extraño de su historia

Hervé Le Tellier. AFP

En el año más extraño, el de la pandemia que forzó el cierre de las librerías en Francia y que llevó a la Academia Goncourt a aplazar su premio, la novela ganadora ha sido La anomalía, de Hervé Le Tellier. El jurado que por primera vez deliberaba por videoconferencia y no en el tradicional almuerzo en el restaurante Drouant, anunció la decisión pasado el mediodía de ayer en París. El galardón abre al autor una perspectiva de ventas masivas y traducciones internacionales, con una obra a la vez muy literaria y con una trama trepidante, alejada de las modas recientes de la novela social o la autoficción. 

Le Tellier (París, 63 años) poco conocido por el gran público, es un veterano de las letras. Ha publicado 27 libros y preside el Oulipo, acrónimo francés del Taller de literatura potencial. Este grupo experimental fue fundado a principios de los sesenta por el escritor Raymond Queneau y el matemático François Le Lionnais y ha contado entre sus miembros ilustres con Georges Perec o Italo Calvino. La anomalía, una mezcla de Aterriza como puedas con los laberintos borgianos, pertenece a esta tradición oulipiana de la literatura como juego y desafío lingüístico y conceptual . Editada por Gallimard en francés. Seix Barral será la que publique el libro en castellano.

La anomalía se impuso por ocho votos a dos en la votación final a los otros tres aspirantes: Les impatientes, de Djaïli Amadou Amal; L'Historiographe du royaume, de Maël Renouard; y Thésée, sa vie nouvelle, de Camille de Toledo. 

Yoga, el último libro de Emmanuel Carrère -uno de los grandes autores contemporáneos sin el Goncourt y, para muchos de sus lectores, merecedor del premio de este año- se estrelló con el rechazo de una parte de la Academia Goncourt. También le lastró la polémica con su exmujer, Hélène Devynck, que le ha acusado de manipular la realidad en el libro y romper un acuerdo con ella para no usarla como personaje. Los debates en torno a los elementos ficticios y reales del libro no le ayudaron (el jurado del Goncourt prefiere premiar ficciones a memorias).

Era la primera vez, desde 1914, al estallar la Gran Guerra, que se aplazaba el Goncourt, el premio más prestigioso en Francia, que se entrega al mejor libro literario del año y se remunera con un cheque simbólico de 10 euros. La fecha inicial para la votación era el 10 de noviembre.

La decisión del presidente Emmanuel Macron, de imponer un confinamiento que obligó a cerrar las librerías durante casi un mes, llevó a aplazar la elección. Era un gesto de solidaridad, pero también práctico pues el impacto del Goncourt reside en gran parte en sus ventas. Una vez reabiertos los comercios desde el sábado, la entrega del premio recobraba todo el sentido...

Marc Bassets. París. El País, martes 1 de diciembre de 2020.

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