martes, 30 de noviembre de 2021

El largo camino hacia la luz

El artista Carlos Cruz-Diez (Caracas, 1923-París, 2019), referente del op art  o arte cinético, llegó a la capital de Francia en 1960 siguiendo los pasos de su admirado amigo Jesús Soto, que lo había hecho años antes, y (como Soto) ya no se movió de aquí. Obtuvo la nacionalidad francesa y, tal como anunció el ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Yves Le Drian, representará al país vecino en la Exposición Universal de Dubái 2020, suspendida el año pasado por la pandemia y que se desarrollará entre el 1 de octubre y el 31 de marzo de 2022.

Así Francia se verá representada por un pintor al que acogió y al que hizo parte de su núcleo de artistas más determinantes del siglo pasado, proyectado desde la mítica galería de Denis René, en cuyas sedes de la Rue La Boétie y posteriormente en el Boulevard Saint-Germain se defendió, se expuso y se impulsó la abstracción -no en vano René organizó la primera exposición de Piet Mondrian- y la corriente cinética encabezada por Vasarely, Soto o Cruz-Diez.

Con el nombre de Lumière, Lumières, el ecosostenible pabellón francés estará dedicado a la relación entre el arte y la tecnología, recuperando el sueño de la Ilustración de colocar la innovación científica al servicio del progreso. Para representar la unión de luces del presente y las del pasado, los 2.500 metros cuadrados de baldosas fotovoltaicas ampararán un edición original de los 35 volúmenes de la Enciclopedia de Diderot y D'Alambert. También se prestará atención a la arquitectura, con una exposición sobre el Gran París; a la moda, a partir de la exhibición de 30 modelos icónicos de Jean-Paul Gautier, y el arte cinético, representado por la producción de Carlos Cruz-Diez Chambre de Chromosaturation, una cámara creada en París en los años sesenta, de gran modernidad, un ambiente artificial compuesto por tres habitaciones (una roja, una verde y una azul) que sumergen al espectador en una experiencia que pone de manifiesto lo que tanto le gustaba recordar a este penseur de la luz: que el color no es una certeza, sino una circunstancia...

Resulta significativo que una de las obras más celebradas de Cruz-Diez sea Cromointerferencia de color aditivo (1974-1978), más conocida como "el piso Cruz-Diez" o "el piso de Maiquetía", instalada en el aeropuerto de Caracas, un muro y un pasillo de 2.112 metros cuadrados en el que se mueven los colores con los pasos, contrapunto de variaciones cromáticas que celebra el trasiego del viajero y también una obra que, con los procesos migratorios, ha devenido un símbolo del exilio al ser lo último que se pisa  de Venezuela. Por algo sostenía Cruz-Diez que "el color es la perfección de un instante".

Use Lahoz. El País Semanal, 8 de agosto de 2021

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