miércoles, 31 de agosto de 2022

"Es una parada en tu vida. Vuelves a la dimensión humana".

Sole Giménez. La que fuera cantante de Presuntos Implicados hizo el Camino en 2006. Precisamente el año que empezó su carrera en solitario. "Fue una experiencia preciosa. Que repetiré seguro". "Lo hice con mi hermano pequeño y nos lo tomamos con calma: hicimos la parte gallega del Camino, desde O Cebreiro hasta Santiago, en cinco días. Unos veinte kilómetros al día. Eramos los últimos en dejar el albergue... Y eso que salíamos sobre las seis y media de la mañana". "Esos primeros momentos del amanecer son maravillosos: el rocío en las hojas, la bruma, atravesar un puente en medio de la niebla... o un bosque de robles del que parecía que iban a salir las meigas. Es brutal".

"Llevaba tiempo queriendo hacerlo pero no es fácil encontrar hueco: más allá de lo que tardes en recorrerlo, además hay que preocuparse antes. Yo estuve meses caminando dos o tres horas al día. "El Camino supone una parada en tu vida. Es tiempo para estar contigo mismo y alimentar cosas que son mucho más importantes que la vorágine en la que estamos metidos. En el Camino vuelves a la dimensión humana. A tardar cuatro horas en hacer veinte kilómetros, y no diez minutos en coche. Eso te cambia la perspectiva. Hace que la cabeza cambie".

"También es un modo muy distinto de conocer gente. Empecé con mi hermano, pero nos juntamos con peregrinos de Málaga, Valladolid, Murcia... ¡Nos reímos muchísimo! y sigo yendo a ver a muchos de ellos. Llegas al albergue sobre las doce, te duchas, comes... y pasas el resto del día de 'colegueo'. No siempre tienes tiempo para hablar tanto con gente a la que acabas de conocer". 

"Más que religiosa a la antigua usanza, soy espiritual. Tampoco pedimos la Compostela, aunque llevábamos todos los sellos... El último día antes de entrar a Santiago no es el momento más bonito, pero luego llegas a la plaza del Obradoiro, te tumbas en el suelo frente a la catedral y se te olvida todo".

Daniel Méndez. XL Semanal, 17 de julio de 2022.

martes, 30 de agosto de 2022

Una obra de arte llamada Marcel Duchamp

Marcel Duchamp

El Museum für Moderne Kunst, abreviado como MMK, en Fráncfort, tiene una arquitectura intrincada llena de habitaciones. Desde fuera parece un pedazo de pastel. Así lo llamaba el artista Claes Oldenburg. El por qué tiene que ver con la forma triangular del edificio, diseñado por Hans Hollein, que aglutina una de las colecciones más completas de arte pop y minimalista norteamericano. El edifico posmoderno realza sobremanera las obras de Marcel Duchamp (1887-1968) reunidas en una de las mayores exposiciones retrospectivas del artista. Hay casi 700 de 1902 a 1968 que ocupan los tres pisos, y no solo las paredes, también los techos. Considerado como uno de los creadores más influyentes del siglo XX, hacía más de dos décadas que su trabajo no se reunía casi en su totalidad. Sus revolucionarias ideas y su inteligencia iconoclasta son todavía hoy una referencia en el arte. Su camino fue irrepetible: una osadísima aventura en la que el arte se concebía como una cosa mental, fiel así al espíritu de Leonardo de Vinci.

Fue Duchamp quien, de manera más radical que nadie, planteó que el arte debía tener  una realidad propia y abandonar la mera imitación. A ello se vuelca esta exposición, La comisaria, Susan Pieffer, la ha organizado con sencillez y elevando la materialidad de los objetos al ámbito de la experiencia estética. El mensaje también es radical. Los objetos también aparecen desnudos y sin apenas interpretaciones. Los ready-mades dan la bienvenida a la primera sala. Con ellos socavó sigilosamente quinientos años de arte occidental hasta transformarlo por completo. Son obras que recogen el intento de crear arte sin obras de arte, o más allá de las bases de juicio convencionales. El triángulo de la sala no se abre a la exposición, sino que apunta hacia Porte Fradiva (1937), una doble puerta que Duchamp diseñó como entrada de la galería de André Bretón en París, y por la que el visitante no puede pasar. Recuerda a la puerta que el artista instaló en apartamento parisino, en el 11 de la rue Larrey, en 1927, y que utilizaba para dos tránsitos: entre el estudio y el dormitorio y entre el estudio y el baño. La puerta estaba siempre abierta y cerrada al mismo tiempo, lo que proporcionaba tanto una paradoja casera como una solución para ahorrar espacio.

La repetición es un elemento constante en la exposición. Se muestran varios ready-mades en varias ediciones y las exposiciones portátiles con réplica de su obra, Boîte-en-valise (1935-41) dan fe de la conocida crítica de Duchamp a la importancia del original para la obra de arte. De ese recusro se sirve la comisaria para lanzar una exposición que propone pensar, actuar e ir más allá de todas las categorías y convenciones. Sorprende que en un año en que coinciden en Alemania la documenta 15 de Kassel y la Bienal de Berlín, el MMK apueste por esta audaz exposición. En diálogo con esos dos eventos artísticos, el legado de Duchamp reverbera aún más en el arte contemporáneo. Gracias a él sabemos que todo puede convertirse en arte y que el pensamiento no conoce fronteras, temas centrales en Kassel y Berlín.

Bea Espejo. Fráncfort. El País, lunes 1 de agosto de 2022.

lunes, 29 de agosto de 2022

"Maria Chapdelaine": La vida de los colonos

De la película Maria Chapdelaine

Maria Chapdelaine, magna obra literaria  de Louis Hémon de 1913, alcanzó tal fama en su país natural (Canadá) que pasó a engrosar ese grupo de "lecturas obligatorias" del plan de estudios del país durante largos años. Su popularidad pronto halló reflejo en la adaptación a otros medios, (televisión, comic ...), entre los cuales el cinematográfico fue de los primeros. De 1934 data la primera versión, dirigida por el francés Julien Duvivier, a la que siguieron otras en los años 50 y 80. Contando con estos precedentes, y sin renegar de ellos, el canadiense Sébastien Pilote toma la alternativa y, desde la óptica del siglo XXI, nos brinda quizá la película más realista y apegada a la obra literaria original.

Esta Maria Chapdelaine sigue fiel a la historia de una chica de 17 años que vive en los lejanos bosques canadienses de inicios del siglo XX, un terreno agreste donde los colonos luchaban por ganarle espacio al bosque y establecer sus granjas en condiciones extremas. A través de los tres pretendientes que se le presentarán, vemos los diferentes modos de vida (y posibles futuros) a los que Maria podría optar: el mundo del bosque más salvaje, el de los colonos en el que vive o una idealizada ciudad. Campo o ciudad, "penurias" o "comodidades", mundos opuestos entre los que se verá obligada a elegir.

Pilote consigue a través de un filme estructurado en capítulos y de la mano del rostro -y mirada- dela debutante Sara Monpetit, un drama de la época que se eleva en una hermosa elegía rural, un canto de amor a la tierra sin disfrazar su dureza y sus penurias. La vida en el campo, el avance lento y cíclico del tiempo entre estaciones, cosechas y desbroces, las emociones contenidas, la religión y la naturaleza...En Maria Chapdelaine hay aislamiento, dureza y hastío, pero a la vez, una belleza que despunta entre las duras condiciones de supervivencia.

Sabela Pillado. La Voz de Galicia, viernes 5 de agosto de 2022.


domingo, 28 de agosto de 2022

El filósofo que prefirió ser libre a descansar

Cornelius Castoriadis

Que no hay alternativa a cómo vivimos es sólo una frase de Margaret Thacher. Más allá de la propaganda contra la esperanza, en nosotros pervive la capacidad de moldear la realidad y hacerla menos inhóspita. Eso afirma Cornelius Castoriadis, de quien estos días se cumple el centenario de su nacimiento. Filósofo de la provisionalidad, la complejidad y la vulnerabilidad en todo lo humano -algo indómito en su época, plagada de concepciones binarias graníticas-, su legado es hoy de máxima actualidad.

Nacido en Estambul en 1922, sentenciado por fascistas y comunistas en Atenas, exiliado en París, donde murió en 1997, fundador de Socialismo o Barbarie -grupo al que estuvieron ligados Guy Debord o Edgar Morin-, Castoriadis fue un motor de transformación de alto voltaje, combatió a los nazis, fue trotskista, agitador político y cultural, pianista y amante del free jazz de Ornette Coleman, pensador; director de la muy parisiense: Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales, economista sin papeles y alumno de Lacan hasta que devino psicoanalista y refutó al maestro.

Figura incómoda por su temprana crítica a la deriva autoritaria soviética y a los que eligieron ignorarla, Jean-Paul Sartre diría de él años después: "Castoriadis tenía razón, pero en el momento equivocado" (a lo que el aludido contestó jocosamente que el pensador existencialista "vivió equivocado en el momento oportuno"). Inspirador del Mayo del 68 francés, dejó una obra intelectual a contracorriente de casi todo. Destapó la inherente falsedad de los dogmas y acuñó conceptos como la imaginación radical, lo instituido y lo instituyente o las significaciones imaginarias sociales, conceptos en los que revela la capacidad de crear, enunciar y trabajar en proyectos vitales y sociales emancipadores.

Descansar o ser libres. Tuvo seguidores como Jürgen Habermas, Ágnes Heller o Zygmun Bauman, y la frase de Tucídides, "hay que elegir, descansar o ser libres" define su pensamiento. Frente a abstracciones teóricas, Castoriadis describe la realidad de la labor de transformación colectiva, y frente a la doctrina del progreso -incontestable en su tiempo- , aboga por abandonar la idea de desarrollo técnico en favor de la noción de cambio. Visionario, fue uno de los primeros en subrayar la importancia  de acabar con el imaginario de la expansión ilimitada y la acumulación. "Todo depende-de-eso, de la destrucción de ese imaginario", advirtió.

En libros, conferencias y entrevistas, Castoriadis nos recuerda que cada momento histórico construye su modo de pensar y habitar el mundo. Es su tesis de imaginario social, esa que afirma que "somos quienes creamos nuestras propias instituciones sociales, nos damos nuestras propias leyes, somos quienes podemos decidir cómo vivir en sociedad", tal y como explica Marcela Tovar-Restrepo, autora de Castoriadis, Foucault and Autonomy, New Approches to Subjectivity, Society and Social Change.

Lejos de utopías y heroísmos, Castoriadis abre una ventana de posibilidad: la democracia plena y participativa, un cruce ente la polis griega y una nueva y más radical Ilustración. Este camino bastardo donde "lo antiguo entra en lo nuevo", dice, puede conducirnos a una sociedad más autónoma y libre que deje atrás las sociedades heterónomas -ya viejas- guiadas por supuestas estructuras o fuerzas ajenas a las personas: Dios, la razón, el imperio o la ciencia...

Mar Padilla. Ideas. El País, domingo 27 de abril de 2022.

sábado, 27 de agosto de 2022

Estrasburgo no es una ciudad gris

Ser sede del Parlamento europeo podría ser sinónimo  de ciudad gris y burocrática. Pero todo lo contrario: Estrasburgo es una ciudad un poco de cuento de hadas, que disfruta de su particular arte de vivir a la alsaciana. Su situación en la frontera franco alemana le permite disfrutar de lo mejor de los dos países, y resulta un lugar perfecto para recorrer a pie o en bicicleta, parando de vez en cuando en una de sus muchas winstubs  (tabernas) o en sus cervecerías tipícamente alemanas, para comprender el significado de la intraducible palabra heimlinch (una especie de mezcla de íntimo y relajado).

Lo primero, como siempre, será situarse. Todo en Estrasburgo gira en torno al Rin, que articula el flujo de su historia  y de su vida urbana, En el centro de todo está la Petite France, su barrio más pintoresco y turístico con sus canales, calles empedradas y magníficas casas con entramado dede madera. Muy cerca, a la sombra de la catedral y en torno a la plaza Gutenberg, late el corazón historico de la ciudad, que reúne museos, edificios tradicionales, palacetes, winstubs e inevitables tiendas de souvenirs. En la capital de la región de Alsacia encontraremos también algunas de las calles más bonitas, como la Rue Mercière, donde estaban las mercerías medievales, o la Des Orfèvres que hasta principios del siglo XX reunió  a los orfebres de la ciudad.

En la vecina zona de Saint-Étienne lo que llama la atención son las fachadas clásicas, las casas alsacianas, los restaurantes elegantes que flanquean la Place Broglie y el ambiente estudiantil de moda que reina cerca de la plaza Saint-Étienne. También es barrio de estudiantes el cercano Kruteneau (Krut), centro de la burguesía bohemia, con un ambiente relajado, calles peatonales, tiendas de moda y muchos bares y restaurantes. La animación sigue en Kléber y Halles sobre todo para r de compras, mientras que lo más alternativo y multicultural está en torno a la estación. Frente a ellos, la elegancia monumental la podremos encontrar en Neustadt, el barrio alemán construido cuando Alsacia se unió con Alemania, con amplias avenidas y edificios. En Robertsau encontraremos un poco de campo en la ciudad y un toque internacional con las instituciones europeas.

Navegar por el río III desde la Petite France hasta las instituciones europeas puede ser una buena opción para hacerse una idea general y descubrir los barrios y la magnífica arquitectura de la ciudad desde otro punto de vista. Evidentemente es un viaje muy turístico, pero resulta relajante dejarse arrullar por el agua al ritmo de las esclusas.

Estrasburgo no se fundó junto al Rin, sino que prefirió sus afluentes, el III porque el Rin siempre fue bastante imprevisible. Antiguos grabados muestran, en el lado de la ciudad alemana de Khel, un rí de varios kilómetros de ancho formado por múltiples brazos, con prados inundados. Sin embargo, en la Edad Media el Rin se convirtió en un eje comercial muy concurrido, fundamental para los intercambios norte-sur. Durante siglos no se percibió como una frontera, ya que en ambos lados del mismo se hablaban lenguas germánicas. Para seguir el río están las travesías de los barcos de Batorama, con circuitos guiados, que se toman desde el embarcadero Cathédrale en la plaza Marché-aux-Poissons... Otra buena idea es recorrer a pie o en bicicleta sus orillas, un paseo muy agradable, animado por los patos, cisnes, canoas e incluso nutrias. Si partimos de la Petite France se puede llegar hasta las instituciones europeas  en unos 4,5 kilómetros que se pueden hacer cómodamente en dos horas o un poco más si nos detenemos a menudo...

LONELY PLANET. El Viajero, El País, 28 de julio de 2022

viernes, 26 de agosto de 2022

"Todo aquello del Je t'aime me queda muy lejos"

Jane Malory Birkin (© Martial  Trezzini/AP Photo/Picture alliance)

Pocos nombres van tan asociados a un legendario encanto como el de Jane Birkin. Desde la deslumbrante jovencita que irrumpió con un glamur innovador y rompedor en los años sesenta y formó una de las parejas más icónicas de todos los tiempos con su amante y mentor Serge Gainsbourg, hasta la mujer madura que sigue reinventándose en discos y conciertos, Birkin, la Birkin (Londres, 75 años), modelo, actriz de cine y teatro y cantante, no ha dejado de cautivar a lo largo de medio siglo. La chica que enamoró y escandalizó rompiendo normas y tabúes y exhibiendo un cuerpo y una personalidad tan diferentes a lo acostumbrado es hoy una abuela de cinco nietos, que ha afrontado una leucemia y ha sufrido un ictus (en septiembre pasado) pero que sigue volviendo a los escenarios con su mito intacto y hasta acrecentado.

Hoy inaugura en Madrid (Patio Central del Conde Duque) la programación musical del festival Veranos de la Villa y el martes se presenta en el festival Grec de Barcelona (anfiteatro), con un concierto centrado en su último disco, Oh, pardon tu dormais..., el primero en 12 años con material nuevo. Jane Mallory Birkin (con ese segundo apellido no es raro que haya llegado tan alto) atiende a El País por teléfono y es difícil no tragar saliva al escuchar la voz anonadado al mundo y hemos hecho el trayecto juntos cantando y gimiendo junto a Gainsbourg el Je t'aime... moi non plus, el temazo que resultaba tan embarazoso en las pistas de baile.

La última vez que participó en el Grec, en 2003, fue aquel espectáculo de canciones de Gainsbourg interpretadas con aires arabizantes y cíngaros, había un momento en  que salía n traje rojo maravilloso. "Arabesque, ¿te acuerdas?, el show era una producción de mi amiga Gabrielle Crawford conla que hicimos también un libro fotográfico Attachements, con prólogo de mi amigo Olivier Rolin. Este concierto es distinto, el disco es también más pop-rock, está basado en textos míos de una obra de teatro que escribí y representé hace muchos años sobre una mujer que no puede dormir y despierta al hombre a su lado para hablar con él. Mi amigo el cantautor y productor Etienne Daho me convenció para convertir los textos en canciones, que luego han tomado direcciones distintas, hacia tas más personales y hemos hecho el trayecto juntos, incorporando también a Jean-LouisPierot", cuenta.

Hay algo de banda sonora de su vida, un poso que parece muy íntimo, con algunas canciones perturbadoras como Cigarettes, con referencias al suicidio en 2013 de kate, su hija con el famso compositor John Barry, o Les jeux interdits, con esas niñas que juegan en un cementerio y entierran animalillos muertos y muñecas. Ausencias, tristezas, rupturas sentimentales, el tiempo que pasa, también la búsqueda de un bálsamo para las heridas. Jane Birkin, se entristece al otro lado de la línea y habla susurrante de la muerte de su padre, "mi querido papá". David Birkin, al que perdió, recuerda, el 8 de marzo de 1991, pocos días después de la muerte del otro hombre más importante de su vida, Serge Gainsbourg, el 2 de marzo...  

¿Piensa en Serge Gainsbourg? "Siempre", responde sin dudar un momento. "Es el mayor escritor francés de su época. A la altura de Apollinaire y Baudelaire. Con muchos parecidos con Boris Vian. Todos los que han venido después han estado influidos por él. Era un hombre extraordinario. Y muy divertido. Tuve mucha suerte con él, me lo enseñó todo". Y él con ella, que mira que era feo, con esas orejas y su lado Hyde. Gsinsbarre. "¡No,  era muy sexy! Me encataba su torpeza, su timidez, su vulnerabilidad, su humor y su inteligencia". Juntos tuvieron a Charlotte Gainsbourg.,,

El Je t'aime no lo canta en conciertos,  ¿lo canta en la ducha? "¿Cómo dices?". En la intimidad, es decir. Jane Birkin vacila, entre divertida y sorprendida.  "Lo del Je t'aime me queda muy lejos también. Fue una canción que provocó muchas reacciones, el Papa y la BBC la prohibieron, nunca pensamos que fuera a convertirse en un himno a la libertad"...

Jacinto Antón. Barcelona. El País, domingo 17 de julio de 2022

jueves, 25 de agosto de 2022

Inolvidable Mouchette

A Georges Bernanos lo incluyó Charles Moeller en el primer volumen de su magna obra Literatura del siglo XX y cristianismo, titulado "El silencio de Dios". Pertenece al influyente grupo de escritores católicos europeos (Graham Greene, Julien Green, François Mauriac) que publicó sus obras desde el primer tercio del siglo XX. En un tiempo de cambios profundos (dos guerras mundiales, el hundimiento del ancien régime, la eclosión del existencialismo) se plantearon el problema de la lucha entre el bien y el mal en relación con la fe católica en una época en la que el sonoro vacío del silencio de Dios se convirtió en un problema que afectaba a la conciencia de los creyentes.

Mouchette la llevó al cine un maestro, Robert Bresson, en un filme ya mítico para los estudiosos del séptimo arte. Mouchette es una adolescente de 14 años cuyo padre era un borracho lamentable, y la madre, una mujer sumisa y enferma, el hogar, si se le puede llamar así es un lugar de miseria y brutalidad. Ella es una joven huraña, arisca y orgullosa, detestada por sus vecinos del pueblo, sus compañeros de estudios y la propia maestra a causa de su carácter. Vive encerrada en su propia soledad, sin afecto, recelosa siempre de los demás, soñando con la libertad. En suma, un ser medio salvaje, ajena a toda clase de ternura, a la que la falta de afecto y el desamparo la abocan a una vida en la que no cabe ya ni la inocencia original.

"La casa de Mouchette está apartada de la de los demás, perdida en el bosque, a orillas de una charca putrefacta. Los muros de adobe, castigados por las heladas, ceden por todas partes. La estructura de vigas, robadas de aquí y de allá, se está viniendo abajo. El padre, con los primeros fríos, se limitaba a rellenar los agujeros con paja ", escribe Bernanos. Un día en que sale de la escuela y toma un camino inhabitual se interna en el bosque bajo una severa tormenta. A punto de perderse, la encuentra Arséne, un furtivo por el que siente una mezcla de admiración y de cariño, que la recoge, la lleva a su cabaña y luego abusa de ella.

En medio de la tormenta, escucha disparos y una pelea y descubre al guardabosque ensangrentado e inconsciente, golpeado por uno de los cepos del furtivo que huye campo a través. Ella consigue volver a casa, donde su madre agoniza, junto a un bebé abandonado a su suerte, su hermano, al que ella trata de alimentar y cuyo llanto es un berrido animal que la aturde. Esa noche, en mitad de la tormenta, la madre muere. Entonces asoma en la chica un deseo de rompimiento, de revuelta. Piensa en buscar otra vida, escapar a Bélgica, pero el sufrimiento de Mouchette es también la incapacidad de comprenderse y carece de cualquier punto de referencia que le permita entender la realidad. Solo la plañidera que acompaña el cadáver materno muestra compasión por la joven, "una de esas plantas de aspecto frágil que uno no puede arrancar sin llevarse junto con las raíces el puñado de tierra que las alimenta".

El relato es de un realismo brutal, preciso y desgarrador. Bernanos escribe horrorizado ante la desgracia y la miseria de todas esas almas, escribe casi desesperado, como un creyente que se dirige a Dios para exigirle que responda de su silencio ante vidas deshechas como esta, pero solo el silencio le responde. Bernanos pone negro sobre blanco la lucha entre su conciencia y su fe en una nouvelle inolvidable.

José María Guelbenzu. El País. Babelia, sábado 30 de julio de 2022.

miércoles, 24 de agosto de 2022

Efecto inesperado del Xacobeo: menos peregrinos desde Francia

Sarria marca un antes y un después en el Camino Francés. Una frontera entre las mareas de peregrinos que inundan los últimos 100 kilómetros de la ruta -el mínimo para conseguir la compostela- y la sequía de caminantes que optan por itinerarios más largos. Según las estimaciones de la Asociación Galega de Albergues Privados (Agalber) el nivel de ocupación de las etapas anteriores a ese municipio lucense ha bajado respecto a antes de la pandemia, Consecuencia del "efecto Xacobeo", explica el presidente de la plataforma, Ángel Trabada, Una situación que, como cada Año Santo, también perciben en los alojamientos públicos del Camino de Fisterra y Muxía, que no llegan a cubrir sus plazas.

"Es una tendencia que ya vimos en los últimos años santos, Los peregrinos que hacen caminos de larga duración no vienen si es año Xacobeo. Pero se revertirá porque ya hay reservas para el 2023", cuenta Trabada. Además de presidir Agalber, regenta un albergue en Fonfría, antes de la frontera simbólica de la ruta, "La situación es muy diferente a partir de Sarria", añade.

En julio hicieron el Camino Francés 34.839 personas, Más de veinte mil (seis de cada diez) optaron por salir de Sarria. Tan solo 3.391 lo hicieron desde Saint-Jean Pied de Port, y menos de mil desde Roncesvalles. Solo uno de cada diez peregrinos se decantó por rutas largas. En el mismo mes de 2019, de los 27. 802 romeros que hicieron este itinerario, la mitad (34.356) arrancaron en la localidad lucense, pero los que partieron del municipio francés (3950) y del navarro (673) sumaban un 15%.

Esta tendencia afecta también al Camino de Fisterra y Muxía. El itinerario iguala al Francés desde Sarria en distancia -entre 113 y 117 kilómetros en función de la variante elegida-, por lo que es poco habitual que quienes caminan en pos de la compostela decidan ir hasta el fin del mundo. Los peregrinos que sueñan con ver el atardecer en la Costa da Morte suelen ser los que optan por trayectos largos. Allí, este verano no llegan a cubrir las plazas de los alojamientos públicos. Desde el albergue de Olveira cuentan que tras un mes de julio con muy poca ocupación", en agosto ronda el 70%. "Cuando es Año Santo hay menos peregrinos, admite su responsable, que lo ha podido comprobar de primera mano en las dos décadas que lleva al frente...

Ángel Trabada apunta que los albergues privados del resto de itinerarios registran niveles de ocupación similares a los de antes de la pandemia, según las estimaciones de Agalber. Tan solo el Camino Inglés presenta un aumento significativo. De hecho, a lo lo largo del verano ha aumentado su oferta con la apertura de nuevos alojamientos.

Al tratarse de rutas de menor distancia y popularidad que la de Sarria, no hay grandes cambios de afluencia entre etapas. Solo se dan pequeñas variaciones en el Camino Portugués, pero "es algo más regular que el francés",

Rebeca Cordobés. La Voz de Galicia, lunes 22 de agosto de 2022. 

martes, 23 de agosto de 2022

Poesía manual y ancestral

De su colaboración con Louis Vuitton: la 
 envolvente silla Bulbo. (Lela Beltrâo)

Humberto y Fernando Campana diseñan mobiliario, esculturas y escenografía. La obra de los dos brasileños está en el MoMA y el Pompidou. Ahora han colaborado con Louis Vuitton. Si la pequeña ciudad en la que crecieron los hermanos Campana no hubiera tenido un cine, las vidas de estos dos brasileños de renombre internacional serían otras y radicalmente distintas. Quizá se ganarían la vida con el derecho y la contabilidad. Y la butaca Vermelha  o el sillón Favela no existirían. Pero la películas se convirtieron en el antídoto contra el aburrimiento en Brotas, una ciudad rural, pequeña y conservadora a 250 kilómetros de Sao Paulo. A través de la pantalla grande y en sesiones matinales o nocturnas, universos lejanos se asomaban a sus vidas, ya fuera el neorrealismo italiano, Kubrick, Polanksi o los filmes brasileños. Aquella sala que de milagro aún existe era una ventana al mundo.

Cuentan los hermanos en su estudio en Sao Paulo, que crecer en un ambiente tan tedioso les obligó a buscar vías de evasión desde críos. Empezaron así a construirse, literalmente, sus propios mundos y a sentar las bases de su carrera en el diseño que Humberto, de 69 años, y Fernando, de 61, comenzaron a forjar hace décadas. "Éramos las ovejas negras y nos convertimos en el orgullo de la familia", exclama el menor de ellos.

 Tienen piezas expuestas en el MoMA, el Pompidou o en el Vitra. Han trabajado con Alessi, diseñado tiendas para Camper y una de sus colaboraciones más recientes es con Louis Vuitton, para la que han creado varias piezas exclusivas. Paradójicamente, en su Brasil natal se hicieron conocidos lejos de los círculos más privilegiados. Fue gracias a una colaboración con Melissa, una marca de sandalias de plástico, todo un must  en climas tropicales...

Sus obras combinan estética y funcionalidad. Pero confiesan que a la hora de crear empiezan por la primera. "La estética siempre viene la primera. Como suelo decir, la poesía es breve, y la matemática, formulada. Entonces llega a la función y ahí vamos perfeccionándolo. A veces empezamos creando un objeto para ser una silla, pero probablemente tiene una función mejor como estante o librería". Entres sus inspiraciones, el tropicalismo y tres compatriotas: Oscar Niemeyer, el arquitecto que ideó y logró construir Brasilia; el paisajista Burle Marx y la arquitecta nacida en Italia, Lina Bo Bardi, homenajeada en la última Bienal de Venecia. "Yo solía decir: Quiero ser como ella, quiero tener esa mirada extranjera sobre mi cultura, sobre mi país", cuenta Humberto.

Fue la fantasía, la poesía, la estética, lo que atrajo a Louis Vuitton e hizo que germinara su colaboración con esta marca global del lujo, explica. "Trabajar con ellos es un gran aprendizaje, es como un juego de vóley. Nosotros les damos el concepto, el equipo nos lo devuelve siempre mejorado y así vas aprendiendo. Creo que trabajar con Louis Vuitton ha sido para mí una especie de máster. Proyectar cada detalle, una simple cremallera, son discusiones y discusiones vía Zoom", afirma el mayor de los hermanos Campana.

Para Louis Vuitton han creado varias piezas de la colección Objets Nomades: el delicado sofá Bomboca -inspirado en un dulce brasileño-. que combina cuero y terciopelo en dos tonos que en la versión roja recuerda a aquel de los labios diseñado por Salvador Dalí: la envolvente silla Bulbo, inspirada en una flor tropical, una relectura del sillón balancín Cocoon. Todas piezas de edición limitada, 30 en cada color...

Najara Galarraga Gortázar. El País Semanal, 26 de junio de 2022.

lunes, 22 de agosto de 2022

Entre la vida y la muerte

De Giordano Gederlini, nacido en Chile, aunque afincado desde muy pequeño en Bélgica, conocemos su trabajo como guionista de Los miserables (Ladj Li, 2019), aunque no su estreno en pantalla grande, Samurais (2002), inédito en España. Parece sentirse muy cómodo con el thrillerlo confirma como valor a seguir por su esfuerzo en resultar diferente, sorprendiendo en varios frentes. Un fulano con un pasado oscuro -convincente De la Torre- al que asesinan a su hijoy se plantea tomarse la justicia por su mano, pasando por la policía, no es el colmo de la originalidad pero lo son sus matices. Sin abandonar ese grato aroma a serie B, conciso y sucio y en el que apenas sobran planos. También evita cantadas en plan ocurren-cosas- porque-al-guionista-le-da-gana y procura mantenerse en un carril verosímil que es muy de agradecer. Que un tipo conviva con una bala en la cabeza cuentan que no es descabellado.

Desde los primeros minutos ya intuimos que el personaje  no parece el tópico proletario mindundi, en este caso conductor de metro. Pronto sabremos que es un emigrante español, pero iremos desentrañando su identidad a medida que la trama avanza. Si en el uso de la cámara, el director en ningún momento se pone estupendo, huye de la cargante dronitis y usa una luz sin estridencias -buena parte de la historia trans curre en escenarios nocturnos-, es en algo tan común al género como las armas y las peleas donde se contiene. El cine made in Hollywood se excede en acrobacias, coreografías y tiroteos, con la coartada de garantizar espectáculo. Aquí el contacto físico es realista, uno se imagina que así es como alguien se defiende cuando siente peligrar su vida. El riesgo de spolier impide ir más allá, pero añadamos que en cuanto sabemos qué ocurre con Castañeda todo adquiere sentido.

Miguel Anxo Fernández. La Voz de Galicia, viernes 15 de julio de 2022.

domingo, 21 de agosto de 2022

Bataclan: padres e hijos

    Padre e hijo, supervivientes.        CNN
Decía Gilles Deleuze que los conceptos, las herramientas de las que se sirve la filosofía para llegar a la verdad de las cosas, no eran de una pieza sino que ofrecían más bien un mapa de circunstancias. Para entender lo que pasa es necesario levantar este territorio donde actúan fuerzas contradictorias  y hacerse cargo de la complejidad de cuanto ocurre, Lo que ha sucedido en el Palacio de Justicia de la capital francesa durante los 10 meses que ha durado el macroproceso por los atentados islamistas del 13 de noviembre de 2015 en París y Saint Denis ha sido justo eso: convocar a cuantos había sido sacudidos por aquella brutalidad y buscar entre todos la verdad. No solo la judicial, también la otra: ¿cómo se ha acumulado tanto odio y por qué?,  ¿qué es el mal, cómo se manifiesta?, ¿qué significa la muerte, qué peso tiene en nuestras sociedades? Ahí estuvieron verdugos, víctimas, abogados defensores, fiscales, cada uno de ellos con su historia detrás, con sus heridas, con su versión de los hechos, con sus argumentos a favor y en contra, y con su estrategia para construir el relato que favoreciera sus objetivos.

En el trabajo que ha hecho Emmanuel Carrère para contar lo sucedido durante ese tiempo en el tribunal francés, y que se ha recogido puntualmente por este periódico, se ha servido de la finura de un bisturí para ir separando una capa tras de otra de cuanto se contaba con el afán de acceder así a cada minúsculo rincón de los hechos, y descubrir sus zonas oscuras  o encontrar a veces, algunos puntos luminosos. En su última entrega comentaba que en la sala del juicio se había desarrollado algo sagrado. Realizaron una larga travesía por un paisaje devastado por el sufrimiento y la sinrazón y salieron de alguna manera transformados.

Como no podía ser de otra manera, se habló en el juicio de padres e hijos. En diciembre compareció Azdyne, un hombre poco religioso y que no es pobre, y que incluso alguna vez como Carrère, llegó a disfrazarse de Papa Noël en Navidad. Su hijo quedó pulverizado tras estallar el cinturón de explosivos que llevaba encima en la sala Bataclan, justo en el mismo momento en que el padre veía por televisión el partido de fútbol entre Alemania y Francia. Samy Animour había sido un "adolescente triste" y pronto empezó a radicalizarse, escuchaba por internet los predicadores salafistas, defendía su conversión al islam, y, en otoño de 2913, se fue a Siria. Se afilió a Jabbat: al Nusra, la filial que tiene allí Al Queda. Un día, cuando sus padres conectaron con él por Skype, vieron detrás del chico una hilera de Kaláshnikov, Azdyne decidió viajar allí para traérselo de regreso.

Dice Carrère que se da por hecho que "los hijos no son responsables de los crímenes de los padres". Si un hijo se convierte en asesino, en cambio, "sospechamos que su familia tiene algo que ver". Carrère observa que los testimonios de Azdyne fueron un poco contradictorios, pero destaca un momento decisivo: el encuentro del padre "en el pedregal sirio con el glacial Samy que camina con muletas y se ha pasado definitivamente al otro bando". No pudo hacer nada. En la última imagen que les llegó a aquellos padres de su hijo, aparecía riéndose mientras decapitaba a un prisionero en un vídeo reivindicativo del Estado Islámico. Padres, hijos, el embrollo de la familia y la culpabilidad: no se puede ni imaginar la hondura del desgarro.

José Andrés Rojo, El País, 15 de julio de 2022.

sábado, 20 de agosto de 2022

Isla Mauricio, luz natural

Viniendo de donde venía no es extraño que el poeta Maleolm de Chazal escribiera: "El arte es la naturaleza acelerada y Dios redujo la velocidad". Porque el lugar de nacimiento de este intelectual fue Mauricio, punto de tierra encontrado a la sombra de la isla de la Reunión en la que la naturaleza tiene mucho que decir y el tiempo se ralentiza para llevar la contraria al mundo. Hay mucho por hacer en esta isla cuya historia viene marcada por el pasado colonial y la huella que han dejado en ella portugueses, holandeses, franceses y británicos, huellas visibles hoy en comercios, actitudes, monumentos y, como no, en la lengua, pues por más que todo el mundo se exprese en el criollo autóctono, se habla francés e inglés de manera muy digna. A su mezcla cultural se añade la India, a donde, sin duda, mira la isla en la actualidad.

Entre sus reclamos, en una península situada en extremo sudoeste, la isla cuenta con un paraje Patrimonio de la Humanidad: Le Morne Brabant, joya natural en forma de montaña y de morfología hipnótica. Alrededor de ella se extienden playas con visitantes o pescadores, poseídos por la serenidad que transmite el horizonte y la que irradia el monte. Ya sea a contraluz o con el sol dorando su cumbre de roca basáltica, su perfil resulta cautivador. Es historia viva, pues su cuevas escondieron a muchos esclavos durante el siglo XIX. Mauricio es también la escenografía de varias novelas del premio Nobel francés Jean-Marie Gustave Le Clézio, ya que aquí pasó parte de su infancia  y aquí vive parte del año. "Casi todo en esta pequeña isla parece perfecto, simple y emotivo. Se respira aquí una enorme paz, una dulzura, esa impresión de que existe un tiempo mayor que mi vida", escribió.  

En la capital, Port Louis, el mercado concentra todo tipo de alegrías para la  vista el olfato y el paladar. Entre tantos olores y aromas, entre tantas especies coloridas, el influjo de la cultura india se revela prioritario. Hay quien se atreve a pedir la bebida "oficial": el alouda, un sorbete dulzón de agar, leche y aromas. El puerto nos remite al pasado inglés, la cantidad de pubs en los que beber cerveza hablan bien de ello. A apenas veinte minutos, en la localidad de Pamplenouses se encuentra uno delos jardines botánicos mejor considerados del mundo. El estanque con los  nenúfares gigantes no puede ser más fotogénico. Trou aux cerfs es el nombre del volcán inactivo y lleno de vegetación que se encuentra en la mitad de la isla y que alcanza los 605 metros de altura. Más pintoresco es el Gran Bassin, lago sagrado y lugar de peregrinación para miles de hindús que llegan a venerar al dios Shiva. Precisamente una estatus de Shiva de 33 metros de altura da la bienvenida al lago GagoTalao, alrededor del cual se suceden templos coloridos y estatuas de divinidades. El Parque Natural Black Rives es accesible y muestra esa sorprendente exuberancia  de la naturaleza.

Capítulo aparte merecen las playas del este, que encandilaron a Quim Gutiérrez y Carmen Machi durante el rodaje de la película Amor de madre, rodada en esta parte de la isla y en la que un joven plantado el día de la boda decide ir con su madre de luna de miel para no perder el dinero.

De entre todas las playas, la mejor es Belle Mare, que se alarga ante el Hotel Residence, ideal para pernoctar y que honor a su nombre, residencia, lugar para no salir. Más allá del exquisito trato y de su arquitectura colonial, el nivel gastronómico es de altos vuelos, sobre todo en el restaurante The Plantation. En la carta no faltan platos tradicionales, pero su fuerte son los pescados y los mariscos...

Desde esta playa, los atardeceres concentran en el cielo una amplia gama de colores. La despedida de la luz incendia el horizonte y reaparecen los versos de Chazal: naturaleza, velocidad, desaceleración del tiempo. Mientras el color del agua se oscurece, los últimos rayos de claridad desangran el ocaso y pescadores y turistas celebran desde la arena el detalle antes de volver al agua para sentir el peso de la gravidez de la luna llena. Gracias a lugares así, Mauricio se ha ganado un prestigio como destino paradisiaco, adjetivo que para nada le viene grande.

Use Lahoz. PressReader, 30-6-2022.

viernes, 19 de agosto de 2022

La noche que unió para siempre a Berta Ojea y Maria Casares

Berta  Ojea delante de una imagen de María Casares. Foto: Xoan A. Soler

Sucedió en París en 1989. La gallega Berta Ojea acudía a un curso de canto en la ópera parisina. Todos la conocemos ahora por su faceta de actriz y recordamos su mítico papel de Ofelia en la adaptación cinematográfica de Mortadelo y Filemón pero Berta se formó como cantante lírica. En el teatro Hébertot en el barrio de Batignolles representaban La vida que te di, la tragedia de Luigi Pirandello, protagonizada por la gran María Casares, de la que este año se conmemora su centenario. "Compré la entrada y fui a verla con devoción. Siempre había oído en casa la historia de esta mujer exiliada que triunfaba en París. Para mí era como ir a ver La Virgen de Lourdes", explica. Estaba sentada en la butaca con el cuerpo para delante deseando descubrir a ese mito de los escenarios que era María Casares. Pasaron 33 años desde aquella noche, pero Berta lo recuerda como si hubiese sido ayer.

"Cuando ella apareció me echó para atrás de la fuerza que tenía. Es la primera vez que fui consciente de que era un talento de los que no se dan pero existen", rememora. Era el comienzo de una noche inolvidable  y de una historia de amistad que merece ser contada. 

De entrada no me hizo mucho caso y tampoco me miró. Le hablé en español y le comenté que era de A Coruña, recuerda Berta. En aquel instante todo cambió. "Se giró y me preguntó con un sutil acento gallego: "¿Y tú qué haces aquí?". Se quedaron hablando hasta que les dijeron que el teatro cerraba. "Si quieres que nos volvamos a ver, tienes mi teléfono en la guía", le dijo en la despedida la gran diva del teatro francés.

Los encuentros se sucedieron. María Casares fue la primera persona que le dijo: "Hablas mucho de teatro y nunca de canto. A ver si vas a ser actriz en vez de cantante", predijo la musa. Tomaban café en su casa del Boulevard de Montparnasse, y comían en pequeños restaurantes. "Ella no quería saber cómo era ahora la ciudad en la que nació. Hablábamos de A Coruña, pero de su olor a mar y de sus recuerdos. Siempre había una mirada melancólica, una nube que se ponía en sus ojos... Comentaba que cuando los parisinos se quejaban del viento y del frío, ella se sentía alegre como en Galicia", destaca Berta que ahora se vuelve a encontrar con María Casares gracias a una exposición comisariada por su sobrina Carlota Ojea.

Es curioso la muestra es sobre un recital que hizo María Casares con Pedro Soler en Collioure en homenaje a Antonio Machado en 1989, el mismo año en que conoció a Berta. "Rescatamos una parte del archivo sonoro de los ensayos que se pueden escuchar visitando la expo. Es la primera vez que se expone este material", destaca Carlota. Estará abierta al público hasta el 28 de agosto en el Gaiás con la colaboración de la Xunta de Galicia. También está en marcha un ciclo de conferencias en el Museo de Belas Artes de A Coruña dirigido por Berta, que no se olvida de aquella noche en París, la que la unió para siempre a María Casares.

Pablo Portabales. La Voz de Galicia, sábado 10 de julio de 2022.

jueves, 18 de agosto de 2022

Muere el dibujante francés Sempé

Jean-Jacques Sempé y el pequeño Nicolás (c) Commons

El dibujante francés Jean-Jacques Sempé, ilustrador de la célebre serie de dibujos  El pequeño Nicolás y viñetas de prensa, falleció este jueves a los 89 años, según informa la prensa francesa. El dibujante creó junto al guionista René Goscinny, también creador de los cómics de Astérix y Obélix, las historietas del travieso Nicolás en los años cincuenta y fue autor de numerosas viñetas cómicas. Su familia confirmó este jueves el fallecimiento del creador, que estuvo rodeado de su mujer y sus más cercanos, nos informa Efe.

Nacido en Burdeos en 1932, Sempé, apellido con el que firmaba y por el era conocido, comenzó publicando acuarelas en la prensa regional antes de llamar la atención de cabeceras internacionales como The New Yorker, para la que concibió muchas portadas que contribuyeron a su reputación internacional.

Sus ilustraciones de Nueva York y París se han convertido en las últimas décadas en iconos de estas capitales mundiales, pese a que el dibujante tan solo visitó la Gran Manzana en seis ocasiones en los años cuarenta que trabajó con el director de New Yorker.

"La barrera de la lengua es un serio problema para mí. Si hubiera hablado inglés bien me hubiera asentado allí probablemente, pero no lo hablo en absoluto. No quería ser visto como un francés arrogante que solo habla su lengua", confesó en el 2018 en una entrevista en dicha revista.

Sus viñetas eran también recurrentes en la revista semanal francesa Paris-Match, donde publicó su último dibujo la semana pasada.

Redacción. La Voz. sábado 13 de agosto de 2022,

miércoles, 17 de agosto de 2022

Una marea de peregrinos por el Ápostol

El puente de San Pedro da la bienvenida a los peregrinos a su
llegada a Portomarín.
Mientras Galicia vive una de las peores sequías de los últimos años, el Camino de Santiago experimenta una de las mayores inundaciones de su historia. Con la catedral como destino y la celebración del Apóstol, como objetivo, una marea de peregrinos llegaba el pasado jueves a Portomarín, el primer final de etapa para quienes optan por recorrer los últimos cien kilómetros del itinerario Francés.

Algunos corrían escaleras arriba, otros las miraban desde abajo entre suspiros. "¡Venga! El último empujón", gritaban. "¿Por dónde vendrá el resto?", preguntaban. Personas mayores, familias con niños, grupos de jóvenes, excursiones, peregrinos solitarios, bieigrinos... "En el Camino estamos todos representados", bromeaban unos cordobeses.

Portomarín se convirtió el pasado jueves en escenario de las llegadas masivas que se prevén registrar en la catedral. Quienes quieren llegar a la capital gallega en su día grande  debían de partir de Sarria para completar las cinco etapas como mínimo que los separaban de la compostela. Es el caso de un grupo de toledanos que se protegían del calor en una terraza, "No conozco Santiago, así que ¿qué mejor manera de conocerlo que llegar haciendo el Camino y el día del Apóstol?", contaba una de ellas...

Aunque la estampa de Portomarín era como la de una fiesta, con un queso de tetilla hinchable incluido para dejar a los visitantes con buen sabor de boca, hay quienes portan en sus mochilas razones para peregrinar más allá de las vacaciones. Es el caso de dos hermanas francesas que salieron de Saint-Jean-Pied-de-Port. Su hermano sufrió un ictus y quedó en silla de ruedas, así que ellas decidieron hacer el Camino por él "y por todas as personas que no pueden caminar". También en Francia comenzó a pedalear Charles, un brasileño  que  "no sabría describir tanta emoción".

Dos años después, el Apóstol vuelve a atraer la mirada del mundo. Algo notan en la localidad. "Portomarín estaría muerto si no fuese por los peregrinos", comentaba un vecino. A su edad, ha visto cómo el Camino transformaba su pueblo natal, Ese que pese a encontrarse anegado bajo el Miño, los peregrinos pueden ver hoy a causa de la sequía.

Rebeca Cordobés. Portomarín. La Voz de Galicia, domingo 24 de julio de 2022

martes, 16 de agosto de 2022

Una fotógrafa de moda en la trinchera

Retrato de Lee Miller posando para "Vogue"
 en su etapa como modelo, en 1931.
(De Lee Miller Archives.)

No fue solo una de las incontables modelos de Piccaso, ni tampoco únicamente la compañera de surrealistas como Man Ray. Ya hace un par de décadas que la historia del arte ha sacado a Lee Miller de la reductora casilla que ocupan las musas, ese término propio de otro siglo, para ensalzar su trabajo como fotógrafa de moda al servicio de las mejores revistas femeninas y también como reportera en la Europa de la II Guerra Mundial, aunque su trabajo siga siendo menos conocido y aplaudido que el de muchos de los artistas varones a los que frecuentó. Los Encuentros de Arlés, principal festival dedicado a la imagen en el continente europeo, consagran ahora a la estadounidense una exposición concebida como gesto definitivo para reafirmar su contribución a la cultura visual del siglo XX.

Gaëlle Morel, comisaria de una exposición que podrá visitarse en la ciudad francesa hasta el 25 de septiembre, señala: "Mi objetivo fue mostrar solo su trabajo, dejando fuera el glamour, los detalles biográficos y sensacionalistas, su relación con Man Ray y sus problemas de salud mental cuando volvió de la guerra". La muestra se centra en el periodo comprendido entre 1932, cuando interrumpe su actividad como modelo y crea un estudio en Nueva York, y 1945, año a partir del que abandona gradualmente la fotografía, traumatizada por su experiencia en los campos de concentración de Dachau y Buchenwald, de los que Miller fue uno de los primeros testimonios externos. "Les suplico que crean que es verdad", decía su primer telegrama desde esos lugares. Sus imágenes sirvieron para demostrar que los hornos de destrucción existían.

La muestra con casi 200 imágenes y documentos, refleja sus dos almas en dos mitades simétricas. Están las exquisitas series de moda con las que se hizo conocida en los años treinta y las campañas al servicio de casas como Chanel o Schiaparelli. Y luego, en un giro radical, sus imágenes llenas de trenes al infierno, cadáveres en ristra y prisioneros demacrados. La muestra resulta algo esquizofrénica. ¡Qué le pasó por la cabeza en el invierno de 1941 para dejarlo todo y con dos rolleiflex colgando del cuello, pedir una acreditación de reportera de guerra para Vogue? "No era un caso extraño. En ese contexto, los fotógrafos eran artesanos capaces de pasar de una práctica a otra. Además tenía la voluntad de participar, de dejar un testimonio de la guerra haciendo lo que sabía hacer", responde Morel que descarta la pista de una supuesta frustración provocada por la moda para entender ese cambio repentino. En realidad siguió trabajando en los dos campos con normalidad. En distintas fotos de 1944 se la observa retratando las playas de Normandía, dedicando una serie a la última colección de prendas de lana  en su estudio londinense y luego visitando a Piccaso en su estudio de París. En una carta  recogida en la muestra, garabateada por la legendaria editora jefa de Vogue Edna Woolman Chase, durante una visita al peluquero, la felicita por su trabajo en el frente, pero le pide más fotos de niños haciendo monerías frente a la cámara...

Una de las series más sobrecogedoras expuestas en Arlés está protagonizada por las mujeres acusadas de colaborar con los nazis (o, peor aún, de haber tenido relaciones con ellos). Tras la Liberación, las afeitaron, les dibujaron cruces gamadas en la cabeza y luego las pasearon por las calles francesas. Miller las observa con una mezcla de escarnio y empatía. Después de la guerra Miller se retiró a una granja de Sussex (Reino Unido) con su marido, el pintor Roland Penrose, y se dedicó a cocinar, hasta graduarse en la prestigiosa escuela Le Cordon Bleu de París. Murió en 1977 en un relativo olvido, habiendo abandonado la fotografía y dejando un archivo de 60.000 negativos. Cuando su hijo las descubrió las propuso al MoMA de nueva York. Le respondieron que no tenían interés: su madre no era más que "una nota a pie de página en la vida de Man Ray". Los Encuentros de Arlés rehabilitan ahora a Miller de una vez por todas, en una edición que celebra el trabajo de las mujeres fotógrafas el siglo XX con muestras dedicadas a la prestigiosa colección vienesa Verbund, que recoge el trabajo de decenas de fotógrafas feministas de los años setenta... "Es uno de los ejes que quiero desarrollar. Se trata de mirar al pasado para ver mejor el presente y el futuro", afirma el director del festival Christoph Wiesner que inauguró esta edición a principios de julio llamando a "rebelarse contra el culto al genio masculino"...

Álex Vicente. Arlés. El País, jueves 28 de julio de 2022.


lunes, 15 de agosto de 2022

Y el rock también llegó à Malí

Del film Mali Twist

El concepto de cine de autor, tan enfático y prestigioso él se presta a múltiples interpretaciones y  no está siempre bendecido por la calidad. Hay indudables autores con estilo y universo reconocibles, cuyo cine me resulta insoportable. Sus constantes y transparentes señas de identidad, su presunto arte, me incitan a salir corriendo cada vez que me topo con ellos. Y existen artesanos admirables que nunca se han colgado la etiqueta de artistas. Se han limitado a realizar buenas películas en múltiples géneros sin que te impongan todo el rato su firma. 

El francés Robrt Guédiguian lleva cuarenta años dirigiendo películas. También siendo coherente con el mundo que quiere mostrar, con lo que piensa sobre el estado de las cosas, creando con arraigada, honesta e indesmayable conciencia social historias y personajes que casi siempre lo tienen crudo. Y la sensación de fracaso les acompaña, las circunstancias pueden acorralarles, todo es problemático y complejo, mantener la dignidad exige un alto precio. Y por supuesto, Guédiguian a veces ha estado muy inspirado y en otras percibes el desfallecimiento y la repetición. No hay duda de su honestidad, pero eso no garantiza la creación de arte. Guédiguian también ha sido obsesivamente fiel a paisajes fijos al desarrollar sus argumentos y a trabajar con los mismos intérpretes. Su esposa, la actriz Ariane Ascarine, ha protagonizado casi todo su cine. Y la han acompañado invariablemente: los actores Gérard Meylan y Jean-Pierre Darroussin. Su presencia nos resulta familiar. También abusiva en algunas situaciones. Pero él sabrá. Yo siento respeto por su cine. Y en ocasiones me ha conmovido. Como en Las nieves del Kilimanjaro y Marius et Jeannette. Otras las he olvidado, Pero siempre tengo interés inicial por el cine de este izquierdista en posesión de cerebro, matices, contradicciones, lucidez, desencanto y corazón.

En Mali Twist, rodada en medio de la pandemia, Guédiguian abandona sus escenarios habituales y los rostros que habitan ancestralmente su cine. Se traslada a Malí en el año 1962. El país se acaba de liberar de la colonización francesa. Hay jóvenes que se han creído de verdad la labor ce concienciar a la gente del pueblo sobre los ideales y las ventajas del nuevo mundo, la colectivización, la educación, el socialismo. Lo hacen con entusiasmo y buena fe aunque los burócratas de la política y del nuevo poder desconfíen de su vibrante apostolado. En el nuevo mundo también comienzan a asfixiar a los pequeños comerciantes. La teoría y la realidad se enfrentan y aunque todo pretenda ser más civilizado, todavía se pueden perpetrar barbaridades tradicionales como que un padre pueda comprarle esposa a su hijo.

Guédiguian también habla de la llegada del rock y del twist a una juventud seducida por ellos que es feliz bailando, que percibe que su cabeza y su cuerpo se liberan con esa música. Y Guédiguian hace creíble el vitalismo y la alegría de esa gente alborotada con los nuevos bailes. También una exaltante y complicada historia de amor en permanente amenaza por las viejas e injustas tradiciones. Es una película leve que se ve y se escucha con cierto agrado. No es lo normal en la cartelera actual. Y no es mucho pero me conformo con ello.

Carlos Boyero. El País, viernes 8 de julio de 2022.

domingo, 14 de agosto de 2022

De vera vita. Pequeño tratado para una vida auténtica

François Jullien

El filósofo François Jullien (Embrun, Francia, 1951), especialista en el pensamiento griego y chino, es titular de la cátedra de alteridad en la Fundación Maison des Sciences de l'Homme de París, donde nos recibe en un inmenso vestíbulo acristalado que parece salido de una película de Jacques Tati. Acaba de publicar  De ver vita. Pequeño tratado para una vida auténtica (Siruela), donde se interroga sobre un recelo común en estos tiempos: el de vivir una existencia vacía de contenido, entrada por la rutina, alienada por las fuerzas del mercado y la tecnología, y convertida en simulacro o, peor aún, en una vulgar parodia.

P,- En el libro dice que esa sospecha es "quizá la más antigua del mundo". ¿De dónde surge la obsesión por vivir una vida plena frente a una supuesta vida de segunda?

R.- No sé si hablaría de obsesión, que me parece una palabra un poco dura, pero sí es un tema que aparece muy pronto en la historia del pensamiento. Platón ya habla de ello, aunque para él la vida auténtica sea el más allá, lo que llega tras la muerte. Rimbaud, Proust y Adorno también mencionan el tema, pero no se detienen mucho en él. Yo he querido convertirlo en una herramienta de reflexión existencial y política.

P.- Escribió el libro justo antes del confinamiento. ¿Ha intensificado la pandemia nuestra aspiración a esa vida plena?

R.- La pandemia ha llevado a confundir la vida con la vitalidad, lo vivo y lo vital. Para mí, solo cuenta lo primero. Me he querido alejar tanto del platonismo como del vitalismo exuberante de Nietzsche. La vida no es solo el vitalismo, va mucho más allá.

P.- ¿En qué nos han cambiado los últimos dos años y medio?

R.- Asistimos a una imposición de la virtualidad, de la conexión permanente, cuando lo que habría que hacer es despertar el poderío de la vida sin replegarla en lo digital. La pérdida y la ausencia son muy importantes: intensifican todavía más la vida auténtica, la hacen emerger. La comodidad de lo virtual me parece peligrosa.

P.- Con las crisis sucesivas y la guerra en Europa, muchos tuvimos la sensación de encontrarnos dentro de una ficción. Escribe que ese sentimiento de simulacro no es nuevo.

R.- Así es. El riesgo es que eso conlleve un desencanto, una decepción generalizada, cuando lo que toca ahora es hacer obras en nuestras vidas, reformarlas. En Europa, la filosofía ha evitado hablar de cómo vivir porque no tenía las herramientas para hacerlo. Tradicionalmente esa cuestión se había dejado en manos de la religión. Con el retroceso de lo religioso en nuestras sociedades, ¿quién está asumiendo ese papel? La autoayuda.

P.-En el  libro es muy crítico con el llamado desarrollo personal, que tilda de pseudofilosfía. ¿Sus autores son charlatanes?

R.-Sí. Han creado un mercado de la felicidad, un pensamiento único que nos vende una falsa sabiduría de la vida Me parece deplorable, lo que hacen no equivale en ningún caso al pensamiento. Son neoestoicos o neoepicúreos, en el mejor de los casos, pero sin el rigor que tuvieron los griegos. Para mí, el pensamiento debe resistir al mercado, al comercio. La autoayuda es poco más que un esparadrapo, una tirita...

p.- ¿Existe una buena forma de vida y otra mala?

R.- Eso creían los griegos, pero por suerte ya hemos superado su ética de la felicidad. Es mejor alejarse dde la dramatización permanente. Yo no creo en la felicidad ni en la desgracia . No me pregunte si soy feliz, me parece una pregunta sin sentido. Tampoco creo en los objetivos que muchos se imponen para dar sentido a sus vidas. Creo más bien, en tener recursos , en contar con una serie de herramientas para que la vida se vuelva más intensa...

Álex Vicente. Conversaciones con filósofos. El País, domingo7 de agosto de 2022.

sábado, 13 de agosto de 2022

Bretaña, la reserva secreta de Francia

La isla de Groix

En estos tiempos en que la vibración del teléfono en el bolso o en el bolsillo rige la comunicación humana reconforta llegar a un lugar en el que la cobertura se convierte en una especie de dicha intermitente. La isla de Groix, en el sur de Bretaña, alterna esas luces y sombras. Y se agradece: es un pequeño paraíso de 8 por 3 kilómetros que se gobierna en bicicleta de alquiler o a través de sus 30 kilómetros de perímetro senderista, con rutas bien señalizadas. Gozar con ese aislamiento puede ser insuficiente con los tres días planificados: dan ganas de alquilar una de las coquetas viviendas unifamiliares con flores y ventanas de colores que tientan desde la bici. Mejor eléctrica, que algún repecho hay.

Es Groix un retiro orgulloso de su límpida playa convexa (Les Grandes Sables), y de otros arenales peculiares como Les Sables Rouges o la cala de Port Saint Nicolás, muy del gusto de Instagram con esas rocas de formas caprichosas que estimulan la imaginación.

La industria del pescado inherente a cualquier territorio cercado por el mar (no es raro ver langostinos en Port Lay, el puerto de acceso) constituye aquí un ejemplo de sostenibilidad y de respeto a la tradición. Las conservas y los ahumados alientan la investigación de los empresarios. Maxime Quiltu chef local y propietario de Les Fumaisons de Groix, ahumados con sal de Guérande y madera de haya. Su última apuesta es el mijol (lisa en el litoral español), con cuyas huevas espera el éxito de los mejillones, el del pulpo y el atún rojo, que pasa por la isla en su inquietud migratoria y se degusta en múltiples interpretaciones.

Demos marcha atrás y en el plan del viaje. A Groix se accede en ferry desde Lorient, historia viva naval y comercial de Bretaña y de Francia. Al final del brazo de mar de Keroman que encadena todos los puertos de la ciudad (deportivo, pesquero, comercial, recreativo,,,), impone la silueta de hormigón de la base de submarinos que el ejército alemán construyó en la Segunda Guerra Mundial) como parte del muro del Atlántico para contener a los aliados.

Desde el transbordador se aprecia bien, pero el amante del turismo bélico disfrutará en una pequeña embarcación con patrón que pespuntea los hangares y la barrera de los barcos hundidos por los propios nazis como refuerzo a una obra de ingeniería de tres años. La primera base utilizada por la marina francesa hasta 1997, se mantiene intacta. Los otros aparcamientos submarinos se han adaptado. Uno como centro de operaciones (Lorient la Base) para los mejores veleros de competición del mundo en regatas como la Vendée Globe. El tercer, absolutamente reformado y de interés comercial, alberga algún museo temático.

Lorient es estratégica desde que el ser humano puso el pie aquí. Otra prueba es la ciudadela de Port Louis, con un interesante museo sobre la Compañía de las Islas Orientales que rigió en Europa en el siglo XVII (impactantes su colección de porcelanas y la reconstrucción etnográfica del papel de este puerto en el esclavismo hacia América), y el museo de la Marina, que se especializa en arqueología submarina, un filón en estas costas.

La Bahía de Morbihan

Al sur, la bahía de Morbihan, seguramente una de las fortalezas naturales más perfectas del planeta. Hay vestigios prehistóricos que refrendan su importancia milenaria: desde el puerto de Larmor-Baden se llega a una islita, Gravinis, con restos megalíticos del 3.500 a.C.

La capital del departamento es Vannes, en el estuario del río Marle. Cuesta distinguir en esta región entre río y ría y entrante de mar, en un mapa tan garabateado. Lugar del retiro final del muy venerado valenciano San Vicente Ferrer, tiene una villa amurallada de base romana que compite en interés con las señoriales casas medievales -con colorista entramado de madera- que hoy albergan en sus bajos galerías de arte, cafeterías o bistrós. 

Apenas a media hora de Vannes, hay que parar en Auray a pasear por el puerto de Saint-Goustan, fiel a su diseño original del siglo XV. En temporada ofrecen ostras y otros mariscos a un precio asequible en cualquiera de sus terrazas. Y de postre hay que probar el Kouign-amann (pronúnciese "cu-ña-man), tarta de mantequilla local", en bretón. Porque la personalidad bretona es de recias convicciones. Un ejemplo más. si el viajero quiere tomar un refresco de cola, seguramente le ofrecerán Breitz-Cola, su versión de la chispa de la vida, difícil de encontrar.

Javier Olivares. PressReader, 30 de junio de 2022.



viernes, 12 de agosto de 2022

Una coproducción internacional ofrece una lectura actual de "Tartufo"

El cásico de la literatura Tartufo se ve renovado de la mano de Tónan Quito el director de la obra que llega al Salón Teatro de Santiago, con solo transformar uno de los personajes: Valerio pasa a ser Valeria. La boda entre Marian y Valeria hace de este el primer espectáculo de Tartufo LGTBIQ, en consonancia con el avance de los tiempos. La intención principal de Tónan  Quito no era innovar; surgió por una cuestión técnica. "Quería personajes para cuatro mujeres y solo tenía para tres, lo cambié para que tuvieran todas el mismo protagonismo", confiesa el director de la obra.

La adaptación del texto clásico de Molière critica la hipocresía de la sociedad de su tiempo, a través de la historia de una familia de clase alta que se ve inmersa en el caos cuando un falso devoto de nombre Tartufo entra en su hogar. El conservadurismo, las ansias de libertad de los más jóvenes y la manipulación son los grandes temas de la pieza. A la hora de trasladar a la actualidad la temática sigue estando presente según Tónan Quito, de ahí que se escogiera esta obra para ser el tercer espectáculo coproducido por el Centro Dramático Gallego, bajo el amparo internacional del Proyecto NÓS/NOUS, en colaboración con cuatro compañías públicas y cuatro centros de enseñanza  de Francia, Portugal y Galicia.

La obra en Galicia se va a representar con el texto original en francés en verso rimado con subtítulos traducidos al gallego y en prosa de Loli Ramos Duarte. Gracias a la financiación procedente del programa europeo Erasmus K2, el proyecto se presenta como un escenario de creación escénica y de intercambio que promueve la profesionalización e internacionalización de estudiantes en el tramo final  de su período académico poniéndolos en contacto directo con figuras consolidadas del sector teatral...

Leila Fernández. Santiago. La Voz de Galicia, jueves 7 de julio de 2022.

jueves, 11 de agosto de 2022

"En Europa se tiende a despreciar a quien vende muchos libros"

Joël Dicker
El autor superventas Joël Dicker  (Ginebra 37 años) acaba de dar a luz la segunda entrega de una trilogía de la que ya estaban publicadas las otras dos. Un desafío que debía encajar temporalmente  entre La verdad sobre el caso Harry Quebert y el siguiente. Es El caso Alaska Sanders (Alfaguara).

P.- ¿Qué ha sido lo más difícil? ¿Los personajes, la trama?

R.- El mayor desafío ha sido que conectara entre la primera y la tercera parte de una trilogía que ya estaban escritas. Tenía que encajar con los personajes que ya tenían una biología previa y posterior. Lo pasé muy bien.

P.- Entonces ha hecho como en Star Wars, ha hecho lo anterior después de lo posterior.

R.- Sí, un poco como en Star Wars. Y respondo esto porque sé que sigue esa lógica, pero debo decir algo inconfesable: nunca he visto Star Wars. No sé por qué, es un pilar de la cultura pop actual y tengo que verlo. 

P.- ¿Vivir el éxito tan joven es bueno o malo para crecer?

R.- Todas las experiencias potentes son buenas para madurar y el éxito es una experiencia que me ha formado y al mismo tiempo con muchas dificultades que hay que superar. A mí me ha permitido vivir tranquilamente con mis hijos. Y eso es lo más importante de mi vida.

P.- ¿Cuáles son las dificultades? 

R.- Llevaba 10 años escribiendo, tenía ya cinco novelas antes del éxito y me pregunté: ¿Qué he hecho que sea distinto? Por tanto, las cuestiones sobre la creatividad. Y segundo: de repente te reconocen, las cosas son más fáciles en cierto sentido, pero también más complicadas porque hay celos, ataques y eso puede partirte en dos o fortalecerte.

P.- ¿Se ve como un nuevo  Agathe Christie?

R.-!Qué autor no quisiera ser la Agathe Christie del siglo XXI!No puedo respoder porque lo decidirán los lectores en el futuro, incluso después de mi muerte. Estoy al principio de mi carrera y tengo una vida por vivir hasta llegar a convertirme en un gran escritor. También Agathe Cristhie en su época tuvo muchas críticas y obras muy cuestionadas. Cuando convirtió por ejemplo al narrador en asesino los críticos dijeron que eso violaba los códigos de la novela policial. Los grandes se convierten en grandes después de muertos. Yo de momento disfruto de la vida y de escribir. (...)

P.- ¿Cuál es el poder de los libros?

R.-Vivimos una vida muy angustiosa entre el clima , el coronavirus, el fin del mundo, la guerra de Ucrania... Es muy difícil escapar y los libros te permiten vivir otra vida en este mundo. Es una escapatoria mucho más potente que las series o el cine, porque cuando lees un libro formas parte activa de la historia. Y es el último lugar en el mundo donde uno está solo consigo mismo. 

P.- ¿Le molestan las críticas al best-seller como una escala más baja de la literatura?

R.- Las críticas forman parte del juego y hay una tradición  en Francia y en Europa que tiende a despreciar un poco a quien vende muchos libros. Simenon también fue depreciado porque vendía muchos libros...

Berna González Harbour. Madrid. El País, viernes 1 de julio de 2022.

miércoles, 10 de agosto de 2022

Este año el Camino de Santiago se hace por mar

                                                                                                    Foto: Carmen Romero

La ruta Iacobus Maris recrea parte del recorrido realizado para trasladar el cuerpo sin vida del apóstol Santiago desde el puerto de Jaffa (en la Palestina histórica, hoy Israel) hasta Compostela. Esa barca, tras atravesar de oriente a poniente el Mare Nostrum, se adentró en el Atlántico hasta recalar en Iria Flavia. La Fundación Traslatio es la encargada de recuperar parte del viaje que dio inicio al Xacobeo y que comenzará el próximo día 23 en Génova, Italia. En total diez veleros participan en la actividad, que atravesará tres países a lo largo de cinco etapas: Génova, del 23 al 25 de Junio; Valencia del 1 al 3 de Julio; Sevilla del 8 al 10 de julio; Matosinhos y Porto, del 16 o 17 al 18 o 19 de julio, y Vigo, del 22 al 24 de julio. En ese tiempo la tripulación irá cambiando, ya que no todos realizarán toda la travesía, que dura un mes. A bordo de los diez grandes veleros que forman parte de la iniciativa pueden ir hasta mil personas como tripulantes aprendices.

Entre los que se sumarán a la aventura en su etapa final desde el país portugués está Silvia Lamelas. "Estoy contando los días", confiesa emocionada. En su caso solo realizará el último tramo, ya que por trabajo no dispone de tiempo necesario para hacer la ruta completa. "Ojalá. Me uno en Oporto y son unos cinco días hasta llegar a Vigo. Somos doce personas a bordo y para mí poder ir en un gran velero, en mi caso una Volvo, es una gran oportunidad", dice. Es aficionada a navegar y, de hecho, lo hace habitualmente con el velero Ushuaia de Sada. "Llevo más de seis años yendo a regatas. En la temporada de otoño-invierno participamos en el Grand Prix que se realiza por la ría de Ares, Sada y A Coruña", explica Lamelas, que señala que se enteró de esta ruta marítima por el periódico. "Lo leí en la Voz de Galicia y llamé para interesarme. Me acompaña mi pareja, que también forma parte de la tripulación del barco. Poder participar en esta actividad es muy emocionante", manifiesta.

Por supuesto, los participantes llegarán a la catedral de Santiago, punto final del viaje, aunque lógicamente no podrán hacerlo en barco. "Una vez finalice la ruta por mar en Vigo, está previsto continuar la excursión", indica Lamelas. Así los tripulantes serán trasladados en autobuses hasta el Monte do Gozo para hacer los últimos kilómetros a pie. A pesar de que no realizarán los 100 kilómetros establecidos para obtener la Compostela, los peregrinos marítimos si tendrán derecho al distintivo, que expide el Arzobispado compostelano, en reconocimiento a su esfuerzo para completar la travesía.

Antes de partir hacia Santiago, está prevista una gran celebración en Vigo por ser el broche de oro de la ruta marítima. El domingo 24 se realizara una parada naval en la ría con grandes veleros y un gran espectáculo aéreo. Los buenos datos obtenidos en otras experiencias marítimas, como Tall Ships, son para los organizadores claves a la hora de prever buenos resultados. Así, estiman contar 20.000 personas por etapa con un público total de 1.200.000. Además de por administraciones españolas, la regata cuenta con el apoyo de Israel o la Marina Militare italiana.

Caterina Devesa. La Voz de Galicia, 1 de junio de 2022.