Marcel Duchamp |
Fue Duchamp quien, de manera más radical que nadie, planteó que el arte debía tener una realidad propia y abandonar la mera imitación. A ello se vuelca esta exposición, La comisaria, Susan Pieffer, la ha organizado con sencillez y elevando la materialidad de los objetos al ámbito de la experiencia estética. El mensaje también es radical. Los objetos también aparecen desnudos y sin apenas interpretaciones. Los ready-mades dan la bienvenida a la primera sala. Con ellos socavó sigilosamente quinientos años de arte occidental hasta transformarlo por completo. Son obras que recogen el intento de crear arte sin obras de arte, o más allá de las bases de juicio convencionales. El triángulo de la sala no se abre a la exposición, sino que apunta hacia Porte Fradiva (1937), una doble puerta que Duchamp diseñó como entrada de la galería de André Bretón en París, y por la que el visitante no puede pasar. Recuerda a la puerta que el artista instaló en apartamento parisino, en el 11 de la rue Larrey, en 1927, y que utilizaba para dos tránsitos: entre el estudio y el dormitorio y entre el estudio y el baño. La puerta estaba siempre abierta y cerrada al mismo tiempo, lo que proporcionaba tanto una paradoja casera como una solución para ahorrar espacio.
La repetición es un elemento constante en la exposición. Se muestran varios ready-mades en varias ediciones y las exposiciones portátiles con réplica de su obra, Boîte-en-valise (1935-41) dan fe de la conocida crítica de Duchamp a la importancia del original para la obra de arte. De ese recusro se sirve la comisaria para lanzar una exposición que propone pensar, actuar e ir más allá de todas las categorías y convenciones. Sorprende que en un año en que coinciden en Alemania la documenta 15 de Kassel y la Bienal de Berlín, el MMK apueste por esta audaz exposición. En diálogo con esos dos eventos artísticos, el legado de Duchamp reverbera aún más en el arte contemporáneo. Gracias a él sabemos que todo puede convertirse en arte y que el pensamiento no conoce fronteras, temas centrales en Kassel y Berlín.
Bea Espejo. Fráncfort. El País, lunes 1 de agosto de 2022.
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