Jean-Jacques Sempé y el pequeño Nicolás (c) Commons
Nacido en Burdeos en 1932, Sempé, apellido con el que firmaba y por el era conocido, comenzó publicando acuarelas en la prensa regional antes de llamar la atención de cabeceras internacionales como The New Yorker, para la que concibió muchas portadas que contribuyeron a su reputación internacional.
Sus ilustraciones de Nueva York y París se han convertido en las últimas décadas en iconos de estas capitales mundiales, pese a que el dibujante tan solo visitó la Gran Manzana en seis ocasiones en los años cuarenta que trabajó con el director de New Yorker.
"La barrera de la lengua es un serio problema para mí. Si hubiera hablado inglés bien me hubiera asentado allí probablemente, pero no lo hablo en absoluto. No quería ser visto como un francés arrogante que solo habla su lengua", confesó en el 2018 en una entrevista en dicha revista.
Sus viñetas eran también recurrentes en la revista semanal francesa Paris-Match, donde publicó su último dibujo la semana pasada.
Redacción. La Voz. sábado 13 de agosto de 2022,
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