Redada masiva de judios en el Paris de 1942, a través
de la mirada de Cabu.
Entre el 16 y el 17 de julio de 1942, casi 13.000 hombres, mujeres y niños fueron arrestados en todo París en una operación policial francesa que respondía a un acuerdo entre el régimen colaboracionista de Vichy y las autoridades alemanas para aplicar también en Francia, la "solución final", es decir, su exterminio, decidido por los nazis. Unos 4.500 policías participaron en la amplia redada. La mayoría de los detenidos, sobre todo las familias, acabaron hacinados en el Velódromo de Invierno de París, en un primer paso hacia su deportación al campo de exterminio de Auschwitz, incluidos más de 4.000 niños. Solo unos pocos sobrevivieron.
De la redada del Vel d'Hiv, por su abreviación francesa, solo se ha conservado una fotografía tomada desde un lugar impreciso que muestra varios autobuses detenidos frente al Velódromo, un pabellón deportivo cerca de la Tour Eiffel.
La documentación y los testigos de las redadas durante esos dos terribles días de verano son abundantes. Pero no había más imágenes. Eso cambió en 1967. Ese año, la revista Le Nouveau Candide decide publicar extractos de un libro que acaba de ser editado y que promete conmocionar a una sociedad francesa que, hasta entonces, había mantenido en el olvido el terrible evento de 1942: La Grande rafle du Vel d'Hiver, de Claude Lévy et Paul Tillard.
Le Nouveau Candide le pide a Cabu que ilustre la serie. El encargo marcará de por vida a uno de los diseñadores gráficos más agudos y conocidos de Francia y dejará un testimonio clave de la redada, que el Memorial de la Shoah de París ha recuperado ahora en una exposición dedicada a las ilustraciones de Cabu por el 80º aniversario del terrible episodio, que hasta hoy genera controversia política.
La exposición trae por primera vez las 16 ilustraciones, una de ellas inédita, que Cabu elaboró en 1967. Aunque su famoso estilo está presente, el resultado es distinto a sus otros trabajos. Muestra el impacto que le provocó al dibujante -"como un puñetazo en la boca", decía- un episodio que tampoco conocía hasta que recibió el encargo que, como contó en varias ocasiones, le provocó pesadillas mientras lo cumplía.
En blanco y negro, "sin palabras, pero comprensibles para todo el mundo", el diseñador transmite su estado ánimo ante una amenaza que muchos no son capaces de calibrar en su justa y terrible medida.
Silvia Ayuso. París. El País, 7 de ulio de 2022
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