lunes, 20 de enero de 2025

"El juicio del perro". De hombres y canes

Leo que fue en Misuri, EE.UU, en 1870, en donde se acuñó la frase "el perro es el mejor amigo del hombre", y desde entonces ahí sigue. Avril es una joven abogada especializada en animales, porque está muy sensibilizada con el tema y porque le va la marcha. Por eso acepta defender al extravagante cliente que entra en su despacho acompañado de un perro, al que, como exige la ley , pretenden sacrificar por reincidente: mordió a tres personas. Es la base argumental sobre la que la actriz franco suiza Laetitia Dosch dirige su ópera prima y muestra su capacidad para contar una historia refrescante, con un aquel original y a la que exprime, más allá de la temática animal, llevándola al terreno de la parábola social y desembocando en una conclusión no por sabida menos interesante: lo más  humanos son bastante más retorcidos que los canes.

De esa manera, El juicio del perro, obra que, además está extraída de un caso real, se convierte en algo más que una comedia ligera y casi siempre divertida, a la que su directora saca un partido por momentos sorprendente. Como es de esperar, el peregrinaje por los juzgados con el chucho y su dueño tiene un punto que pasa por las particularidades del sistema judicial -jueces, fiscales y abogados en particular-, con el añadido de numerosas puyas, lanzadas como quien no quiere la cosa, orientadas a la sociedad, la política y sus contradicciones. Lo de menos es casi lo que rodea al pobre can, lo atractivo es el lío que se montan los Homo sapiens.

La trama va bien gradada, progresa adecuadamente -eso no quita una cierta sobreexposición de la protagonista y algún personaje desdibujado-, la cámara se mueve con una soltura muy natural y se agradece a la autora que respete el espíritu del buen género sin concesiones al trazo grueso y el recurso a la risotada. Si es que al final esto no va de animales, va de todos.

M. A. Fernández. La Voz de Galicia, sábado, 18 de enero de 2025.

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