El ministro del Interior de Francia, Bruno Retailleau, ha enviado una circular a los prefectos de regiones y departamentos para que restrinjan aún más al acceso a la nacionalidad francesa. Ayer hizo público el nuevo documento consagrado a la naturalización de los extranjeros, con el que pretende marcar una "ruptura" con todo lo que se ha hecho hasta ahora para soportar las condiciones de adquisición de nacionalidad, exigiendo un mayor nivel del idioma, el respeto de los valores de la República y la suficiente solvencia económica como para no depender de las ayudas sociales para vivir.
"Asumo totalmente el endurecimiento de los criterios", comentó Ratailleau, durante la la presentación de la circular que clarifica las reglas, "nadie puede justificar su naturalización sin asimilación". Insistió especialmente en "el sentimiento de pertenencia" que es necesario para ser francés, y recordó que la naturalización no es contemplada por la jurisprudencia como un derecho, sino como "una decisión soberana del Gobierno".
El año pasado, 66.745 personas adquirieron la nacionalidad francesa por decreto o declaración (matrimonio, padres o hermanos) lo que supone un aumento del 8,3 en relación al 2023, en parte debido a que este año hubo una serie de problemas técnicos, según la dirección general de extranjeros en Francia.
Entre las numerosas normas que ya existen, Retailleau recordó la importancia del "respeto de la laicidad" o "la ejemplaridad del demandante". Y pidió a los prefectos que rechacen las peticiones de aquellos extranjeros que estén en Francia en situación irregular, o que hayan sido objeto de una orden de expulsión. (...)
Entre las nuevas exigencias figura, a partir del 1 de enero de 2026, la superación de un "examen cívico" que permitirá medir los conocimientos que posee el demandante en materia de "cultura cívica" y de "historia de Francia". Actualmente, solo es necesario justificar el conocimiento del francés tanto oral como escrito con un nivel B1, pero ahora también será necesario mostrar que posee un nivel B2 de lengua.
La exministra socialista Najat Vallaud-Belkacem, presidenta de Francia Tierra de Asilo, critica estos anuncios y dice que Retailleau "está haciendo campaña y no actúa como un hombre de Estado". El ministro del Interior quiere ser investido presidente de su partido, Los Republicanos, y busca así marcar diferencias con el otro candidato, Laurent Wauquiez, el jefe de los diputados conservadores de la Asamblea.
Asunción Serena. París. La voz de Galicia, lunes 12 de mayo del 2025.
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