La Catalana, como a ella misma le gusta llamarse es la ciudad más importante del Rosellón (unos 170.000 habitantes), una escapada perfecta desde Barcelona y base para explorar esta comarca del sur de Francia encajada entre los Pirineos y el Mediterráneo. El paseo por callejuelas que invitan a ejercer de bon vivant es además una lección de historia que culmina con el imponente palacio de los Reyes de Mallorca, construido intramuros en el siglo XIII, cuando Perpiñán fue la efímera capital terrestre del Reino de Mallorca. Abordamos la visita entrando por el Castillet, la puerta fortificada que a partir del último tercio del siglo XIV era el único acceso a la amurallada ciudad. Este Bello edificio, con un ala que traspasa La Bassa - el canal artificial que remansa las aguas del Tet y separa la ciudad nueva del centro medieval- fue prisión durante varios siglos y hoy es la sede del Museo de Historia de la Cataluña Norte. Enfrente está la triangular plaza de Verdun , a cuyo alrededor se abre un dédalo de callejuelas con nombres que evocan los oficios medievales - encantadora la Rue des Cardeurs- . En la plaza se encuentra Le Grand Café de la Poste, con una terraza que hay que disfrutar en un día soleado. Cualquier calle que tomemos nos lleva directamente al Hôtel de Ville (el Ayuntamiento), ubicado en el magnífico edificio de la antigua Lonja del Mar, sede del primer tribunal marítimo del mundo, una maravilla del gótico civil rosellonés en cuyo patio se puede admirar La Mediterránea, una de las exquisitas y delicadas esculturas del rosellonés Arístide Maillol.... Como muchas otras ciudades europeas, Perpiñan vive una reconversión en su casco antiguo, en el que jóvenes artistas y novedosas propuestas arquitectónicas y plásticas van tomando cuerpo. Sin duda el veterano certamen de fotoperiodismo Visa pour l'Image, con más de 25 ediciones (la próxima del 27 de agosto al 11 de septiembre de 2016), tiene mucho que ver y es un auténtico revulsivo en la vida cultural de la ciudad. La galería de arte Utopía brilla con la enérgica obra de Camelia Otero. En la Plaza de la República se mezclan edades y culturas con el gran Teatro Municipal en uno de sus lados. En la Rue du Théâtre se encuentra una de las casa más importantes de Perpiñan, la Casa Xanzo, un palacio gótico de principios del siglo XVI erigido por un rico comerciante de tejidos...
Ana Borrás. El viajero, El País, viernes 4 de diciembre de 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario