domingo, 6 de diciembre de 2015

Quand on n'a que l'amour


Quand on n'a que l'amour, à offrir en prières/ Cuando solo tenemos amor, para ofrecer como plegaria....
 Jacques Brel abrió el homenaje a las victimas del  13 de noviembre. En la Cour des Invalides,  en la fría mañana, sonó, levemente adaptado, el mensaje de paz de Brel, no su voz. Fueron las voces de Yaël Naïm, Nolween Leroy et Camélia Jordana, las que entonaron sus versos, mientras en una pantalla gigante, al fondo de la explanada, desfilaban las fotos de las 130 víctimas. Las voces de esas tres mujeres jóvenes conmovieron hasta las lágrimas a las familias de las victimas, a los heridos, a los policías, los socorristas, los médicos que vivieron con ellos el horror de esa noche.
Nathalie Desssay, con su voz poderosa alzó en un grito las preguntas de Barbara, una segunda presencia venue d'ailleurs, de su Perlimpinpin: Pour qui? comment, quand, pouquoi, Contre qui, Contre quoi?, oponiendo a las armas el calor de la ternura.
Ahora, todos los asistentes se han puesto de pie, son los 130 nombres de las victimas y su edad, uno a uno, los que  se escuchan: Thomas 34 ans, Aurélie 33 ans, Romain 32 ans, Lalia 30 ans...., antes del minuto de silencio.

Quand on n'a que l'amour... llegó hasta mí el viernes 28 cuando oía las noticias distraída. Puse atención, la noticia muy breve ya no estaba en la pantalla. Pasé la tarde del viernes, el sábado y la mañana del domingo fuera de casa y cuando confirmé que esa canción de Brel formaba parte del homenaje, gracias a los videos de internet, lo ví varias veces. Y siempre me conmueve. Esas fotos de las victímas: tan jóvenes, tan guapos, tan llenos de vida, de proyectos. Me conmueve sobre manera porque no puedo evitar pensar en mis hijos  que podrían estar allí, que tienen la misma edad, los mismos gustos....No puedo dejar de pensar en esos padres, sus parejas, sus amigos que no volverán a oír sus voces, ni sus risas.  No hay consuelo. El único consuelo que llega con el tiempo, es su recuerdo. El recuerdo  y la palabra.

Quand on n'a que l'amour....sonó el jueves 3 en mi clase de 4ºs-t en la que los alumnos de francés siguieron impresionados la proyección del homenaje. Leímos y trabajamos el texto. Con la ayuda de Alizé, l'assitante , les hicimos ver el aspecto cívico de la ceremonia.  El gobierno, los cargos electos de París, los jefes de los partidos. El Presidente está sentado solo en una silla puesta unos cuatro metros delante de la tribuna oficial en medio de la inmensa explanada frente a una bandera tricolor que el viento no ondea como si se hubiese callado para no romper el silencio. Así, sentado, parece simbolizar todo el peso de la soledad frente a la emoción y a la decisión que le exige el poder. En  su discurso insiste que las victimas simbolizan para los fanáticos que segaron sus vidas, la libertad, la joie de vivre/la alegría de vivir. Son esos jóvenes el nuevo rostro de Francia, una generación golpeada pero no aterrorizada. Les mostramos en las imágenes la alcaldesa de París, el primer ministro, ambos de origen español, la ministra de educación, musulmana, pruebas de la integración  de otros pueblos y culturas en la sociedad francesa. Y la canción sonó de nuevo para cerrar la clase. Alguna lágrima y un gran silencio. Desde aquí, desde este Finisterre pensamos en vosotros chers amis français.

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