martes, 11 de octubre de 2016

Hergé en el país de Tintin

El Grand Palais de París acoge una exhaustiva exposición dedicada a Georges Remi, el autor de uno de los iconos del siglo XX. Además de seguir a Tintín y Haddock en sus viajes por el mundo, concebidos desde la óptica conservadora de su creador, la muestra se detiene en la vocación frustrada de Hergé como pintor de arte abstracto. Georges Remi, llamado Hergé, es un gran artista del siglo XX. Sobre esa premisa se ha construido una gran exposición en el Grand Palais. El objetivo consiste en vincular las obras más célebres de Hergé, muy especialmente la serie de aventuras de Tintín, con su tímida obra pictórica y con los cuadros de arte moderno que, de acuerdo con sus preferencias, compró para su colección particular. Resultaría ocioso discutir a estas alturas la condición de artista de Hergé y la gran calidad de su trabajo. Más pertinente es preguntarse, por enésima vez, qué es el arte...La muestra del Grand Palais discurre sobre el rail de la estética. Las obras de Hergé, las obras que le influyeron, las obras que le gustaban y la curiosa conexión entre el trazo clarísimo  y vigorosamente realista de sus historietas y la pintura abstracta que le atraía. Se trata de material  de gran calidad. Se soslaya, sin embargo, la engorrosa cuestión del artista. No es un artista que hiciera sus cosas por pura necesidad de arte, como pongamos Baudelaire o Van Gogh. Era más bien lo contrario. En Hergé, el arte es siempre el arte y su circunstancia. Hay que tener en cuenta bastantes cosas. La primera, esencial, relacionada con el sentimiento de fracaso que embargó a Hergé cuando se puso a pintar lo que le gustaba realmente. La llamada Composición sin título (1960) que se expone en el Grand Palais ejemplifica el problema de Hergé Pintor: se trata de un cuadro en el que imita a Joan Miró, uno de sus ídolos, para desgracia de Hergé, a Miró los cuadros le salen mejor que a Hergé....El artista belga sólo dispuso de una forma de expresión genuina y esa expresión se plasmaba en sus historietas. Sus obras maestras se encuentran en los álbumes de Tintín. Lo cual conduce a una segunda consideración: las historietas son, hasta cierto punto, un trabajo colectivo. Las aventuras gráficas de Tintín alcanzan su máximo nivel cuando Hergé contrata la ayuda de su amigo Edgar P. Jacobs, maravilloso dibujante que aportó un realismo meticuloso y también humanidad....
Enric González. El Mundo, sábado 24 de septiembre de 2016.

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