domingo, 26 de enero de 2020

Cioran: un escritor intempestivo

Emile Ciorán
La lucidez del pensamiento del autor rumanos se manifiesta en bruto en sus Cuadernos, que ahora se publican íntegros por primera vez en español. Algunos libros no existen para leerse más o menos de corrido, sino para tenerlos a mano y hojearlos de vez en cuando, leer una página o dos y volver a cerrarlos. La lucidez y la energía que emana de ellos es demasiado fuerte y puede convertirse en tóxica. Son a menudo libros fragmentarios, inacabados, que no habían sido concebidos como tales, que han llegado a ser publicados un poco azarosamente, y eso, por cierto, les agrega ese cierto encanto que tiene lo espontáneo, un marchamo de excepcionalidad, un aura legendaria.
Esa calidad de inconcluso y deslavazado, por otra parte, parece que se corresponda bien concierto espíritu de nuestra época algo cansado e incrédulo de la obra redonda y de la pretensión de totalidad. Es el caso, por ejemplo, del Diario de Renard -muy reescrito por el autor, pero amputado por su viuda-, del Libro del desasosiego de Pessoa o de los Cuadernos de Cioran (Rasinari, Rumania, 1911-París, 1995), que algunos consideran su obra maestra y que ahora por primera vez se editan íntegros en español, 20 años después de una primera antología...
Después de la muerte de Cioran  en 1995, su viuda, Simone Boué, que le sobreviviría solo dos años, encontró en una maleta de su estudio 34 cuadernos idénticos al que el escritor siempre tenía, cerrado, sobre la mesa de trabajo. Los había empezado en 1957  y suspendido en 1972. Muchos llevaban en la cubierta la anotación: "Para destruir". Pero en sus páginas el escritor señalaba también alguna vez el proyecto de revisarlos, corregirlos y convertirlos en un libro: en vez de ese libro "pulido" tenemos en un estado bruto, en el que culmina el proceso del escritor rumano hacia el minimalismo...
En la páginas  de los Cuadernos se suceden las sentencias ingeniosas y lapidarias - como la primera de todas: "Leído un libro sobre la caída de Constantinopla. He caído con la ciudad "-; los bocetos de una idea que no se perfila por falta de adjetivo preciso; las secas anotaciones factuales sobre lecturas, aniversarios y muertes; algunas anécdotas pocas y siempre sin mencionar a sus protagonistas salvo por sus iniciales-; ecos de estado de ánimo -"Hace un rato en Presses Universitaires, ante la acumulación de libros sobre lingüística, he perdido los estribos y he salido de allí furioso y asqueado""-; y hasta de vez en cuando una interjección, con un inesperado, elocuente: -"!Bah!. Con esta edición de los Cuadernos, acompañada del primer libro que publicó en Rumania, En las cimas de la desesperación, la editorial Tusquets  inaugura de la mejor manera posible la Biblioteca Cioran, donde irá publicando la mayor parte de su obra, que sigue provocando el interés de un número considerable de lectores en nuestro país desde los años setenta, cuando Fernando Savater tradujo algunos de sus libros  y publicó su tesis doctoral Ensayo sobre Cioran ...
Ignacio Vidal-Folch. Babelia El País, sábado 18 de enero de 2020

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