domingo, 19 de enero de 2020

Tras los últimos pasos de Albert Camus

Catherine Camus
Ninguna señal, ni una placa, nada recuerda el lugar exacto del accidente. La recta de la antigua carretera D606, entre los municipios de Champigny-sur-Yonne y Villeneuve-la- Guyard, esta bordeada por una hilera de sólidos plátanos. Hay restos de basura en la cuneta, latas de conserva oxidadas o una botella de whisky vacía. Los automóviles pasan veloces.
El 4 de enero de 1960, a las 13.55, un automóvil de la marca Facel-Vega que viajaba en dirección a París se estrelló contra un árbol. El editor Michel Gallimard al volante, quedó malherido: falleció cinco días después. Su esposa Janine y su hija Anne, viajaban atrás: sobrevivieron. El escritor Albert Camus, sentado en la plaza del copiloto, murió en el acto. Tenía 46 . 
"Fue un terremoto. Yo y mi hermano gemelo, Jean, teníamos 14 años, éramos niños, éstabamos solos. Es una herida abierta", dice Catherine Camus desde Lourmarin, el pueblo de la Provenza donde el autor de El extranjero y La peste había comprado una casa. "Me sentí tan perdida que me agarré a todo lo que había aprendido de papá: el respeto del otro, la libertad asociada a la responsabilidad", recuerda.
El viaje fatal había empezado en Lourmarin, un día antes. Camus era un escritor consagrado, casi una leyenda. Dos años antes había ganado el Nobel, el galardonado más joven desde Kipling. Huérfano de padre e hijo de una mujer iletrada, creció en una familia pobre en la Argelia francesa, resistió a la ocupación nazi y, en la posguerra, se convirtió en el referente ético de una generación.
"Su influencia, para mí, fue total: en todos los planes y a veces de una manera devastadora. Durante 50 años, yo no podía pensar sin él", dice en su apartamento en París Jean Daniel, 99 años, amigo cercano de Camus y su discípulo periodístico más notorio. "Quizá exagero, pero quiero decir que todos los conceptos y los temas en qué pensé se referían a un libro de Camus o  a una conversación con él" añade Daniel, quien compartió despacho con Camus en L'Express antes de fundar el semanario Le Nouvel Observateur .
Catherine, Jean y la madre de ambos, Francine, emprendieron el viaje de regreso a París en tren. Albert, aunque tenía un billete, prefirió volver en el coche de los Gallimard, que habían pasado unos días con los Camus en Lourmarin, un paisaje idílico donde el escritor creía haber encontrado una nueva pequeña patria.
"Me decía: ¿Ves? Detrás de la montaña está el mar, y detrás, Argelia", explica Catherine
 Camus. Y recuerda el regalo que su padre le hizo aquellas Navidades: un reloj, que conserva...
"Era joven, guapo, seductor y muy precoz" Le describe Jean Daniel. "Le echamos de menos, sobre todo en el momento actual".
Marc Bassets. París. El País, domingo 4 de enero de 2020.

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