lunes, 13 de enero de 2020

Verdades y espejismos

Hirokazu Kore-eda. (© L Champoussin)
Es esta la primera vez que Hirokazu Kore-eda -reconocido cineasta japonés- se aventura a realizar una película fuera de su país y de su cultura. Sin conocimiento de la lengua francesa, dirige un largometraje en Francia, con intérpretes franceses y hablado en dicho idioma. Y además supera la prueba con nota. La verdad es que es una película muy francesa, pero que al tiempo no deja nunca de lado la marca de su autor, encontrando el perfecto equilibrio entre el cine europeo y el trasfondo oriental de Kore-eda.
Las temáticas habituales de su cine, como la familia, la memoria, el perdón, el asumir las pérdidas... están presentes en esta historia de una diva del cine francés -encarnada por la gran actriz Catherine Deneuve, inmensa y a sus anchas que, con motivo de la publicación de sus memorias, recibe la visita de su hija y de la familia de esta.
Bajo el aparente tono ligero del filme, La verdad  propone un juego de espejos que esconde una profunda reflexión sobre el oficio de actor, el paso del tiempo, el ego de las estrellas, y la fragilidad de la memoria. Kore-eda nos brinda un ejercicio de ficción estructurado en diferentes niveles: la historia real de la relación materno-filial; la película que está interpretando la protagonista; la biografía donde la diva reinterpreta los hechos (o verdades) de su vida; y la propia vida de la Deneuve, que parece entretejer sus hilos en la esencia del largometraje.
Deneuve se mueve con total soltura en un papel que se diría preparado para ella, mientras que a su lado otro de los pilares del cine francés actual, Juliette Binoche, le da la réplica como su atormentada hija. Ellas son la esencia de esta tragicomedia de cine dentro del cine, de esta deconstrucción de la verdad  a su vez construida sobre los diferentes puntos de vista y los recuerdos tamizados por el paso del tiempo. Porque, ¿qué es real y qué está teñido por nuestra reinterpretación, distorsión u olvido de lo ocurrido? Y es que la vida, parece decirnos Kore-eda, es un gran plató en el que todos interpretamos un papel.
Sabela Pillado. La Voz de Galicia, martes 7 de enero de 2020

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