Los cimientos de Gaztelur se remontan al siglo XV y , con el tiempo , se fueron añadiendo alas. Su arquitectura mezcla lo popular y el estilo gran burgués, con entramados de color, marcos de piedra y grandes ventanales. La casa está rodeada por una pradera, campos de maíz y bosques de robles, y cuenta con un jardín italiano. Desde el umbral se ve la cumbre de La Rhune. El proyecto se puso en marcha hace seis años, cuando el padre de Marta, el financiero Javier de la Rica, gran aficionado a las antigüedades y a la decoración, adquirió la propiedad. "Queríamos un lugar en el que exponer la colección de antigüedades que vamos comprando y que fuera un universo único. Alberga además un restaurante gastronómico dirigido por el chef Alexandre Soulier y una tienda de flores, y se pueden organizar eventos.
En el interior, el objetivo principal fue no perder el alma de la casa. Se mantuvieron los suelos de madera de castaño e hidráulicos, y se aplicaron técnicas artesanales en la pintura de las paredes. "Las estancias están concebidas como las de una gran casa: además del restaurante, hay un comedor, un gran salón, el dormitorio Madame, el dormitorio Monsieur, una biblioteca, una sala de invierno, un desván..."Un lugar donde encontrarse con la naturaleza y los objetos bellos.
Elena Castelló. Mujerhoy.com, 23 de enero de 2021.
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