martes, 14 de febrero de 2023

La mujer que convirtió a Van Gogh en una estrella

En la primera entrada de su diario, fechada el 26 de marzo de 1880, Johanna Gezina (Jo) Bonger, una chica holandesa de 17 años, confesaba su deseo de hacer algo noble y grande en la vida. Hija de una familia acomodada de Ámsterdam, cuatro décadas después había cumplido ya aquel propósito, pues fue quien lanzó a la fama la obra de su cuñado: Vincent van Gogh. Esposa de Theo, hermano del pintor, ella tradujo además al inglés las cartas que ambos se enviaron y supervisó otras traducciones de una correspondencia esencial para entender la figura del pintor. 

Tanto ella como su marido estaban convencidos de que el pintor era un genio adelantado a su tiempo, pero su suicidio, en julio de 1890, y la muerte de Theo, apenas seis meses después, cambió la vida de Jo. Viuda y con un hijo pequeño, también llamado Vincent, aprendió a moverse en un entorno artístico dominado por varones. A partir del 10 de febrero, su labor será resaltada en la muestra Choosing Vincent  (Escogiendo a Vincent) que el museo Van Gogh de Ámsterdam dedica a su familia en el 50º aniversario de su apertura.

Jo Bonger, que tenía nueve hermanos, obtuvo un título de lengua inglesa y estudió la obra del poeta Shelley en la biblioteca del Museo Británico de Londres. Luego, trabajó en escuelas holandesas, en las localidades de Elburg y Utrecht. Tenía 22 años cuando conoció a Theo van Gogh, un marchante amigo de su hermano Andries, que empezaba a hacerse un nombre en la casa Goupil de París. Para Theo fue un amor a primera vista. Sin embargo, Jo escribió en su diario que le había rechazado porque casi no se conocían. Enamorado, Theo esperó dejando clara desde el principio su estrecha relación con Vincent. "Mencionó a su hermano pintor en la primera misiva que le mandó ya como prometida", cuenta por teléfono Hans Luijten, investigador senior del Museo Van Gogh y autor de la biografía de Bonger, titulada Alles voor Vincent (Todo por Vincent, Prometheus).

Una vez casados, en 1889, se instalaron en París. Allí remitía Vincent los cuadros que pintaba en el sur de Francia. "De modo que ella sabía de lo que el pintor era capaz" sigue Luijten. En una carta, Jo describe su felicidad marital con dulzura y sencillez. Dice: "Theo es tan atento y bueno conmigo, y nos llevamos bien desde el principio; nada forzado, nada raro. Él es tan sencillo y natural que hace las cosas fáciles: no creí que todo fuese tan bueno". Según el biógrafo, la joven esposa admiraba a Vincent, al que vio en persona en dos ocasiones, y recuerda otra misiva donde le decía que esperaba que fuese un hermano para ella. En París, Jo y Theo mantenían una relación fluida con el entorno artístico. Recibían numerosas visitas y tenían los cuadros de Van Gogh colgados en casa. Entre ellos, el famoso lienzo del almendro en flor sobre fondo azul, que fue un regalo por el nacimiento del pequeño Vincent en 1890. "Por otro lado Theo invirtió el 15% de sus ingresos en sostener a su hermano y Jo tuvo que aprender a convivir con el profundo lazo fraternal", añade.

La felicidad fue corta porque Vincent se suicidó en julio de 1890, a los 37 años, en la localidad francesa de Auvers-sur-Oise. Murió en brazos de Theo, que corrió a su lado y falleció seis meses después.,,

Jo tenía 28 años, un bebé de menos de uno y centenares de cuadros y dibujos de Vincent, casi sin valor aún en el marcado del arte. Su esfuerzo posterior no olvidó el papel desempeñado por Theo en la vida de su hermano, y de ahí la fortaleza en la misión que se había impuesto. La edición en inglés de su biografía es de 2022 y se titula: Jo van Gogh Bonger: The Woman Who Made Vincent Famous (La mujer que hizo famoso a Vincent, Boomsbury)...

Isabel Ferrer. La Haya. El País, jueves 26 de enero de 2023.

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