sábado, 20 de junio de 2015

Hay un duende en Versalles

Desde hace 39 años, Alain Baraton vela por la belleza de las 860 hectáreas de árboles y flores de los jardines de Versailles. En Francia es una celebridad. Tiene algo de filósofo. FS recorre con él los recovecos el lugar más majestuoso del mundo. Voilà la grandeur hecha a base de setos perfectos, perspectivas estudiadas, árboles cuidadosamente alieneados y estanques donde se hacían carreras de góndolas y pequeñas batallas navales. Las vistas infinitas se han llenado ahora del colorido de miles de flores que la guillotina no logró ni siquiera marchitar. La majestuosidad concebida por Luis XIV y diseñada por el paisajista André Le Nôtre abruma, tiene una escala sencillamente apabullante. No es de extrañar que comparada con el majestuoso palacio de Versalles, la casa donde reside Alain Baraton, su actual jardinero jefe, en el otro extremo del dominio, resulte incluso modesta. "Aquí vivió Molière cuando residía en Versalles", explica Baraton ante una construcción de piedra casi camuflada entre altos setos. "Esta parte de los jardines me gusta particularmente. ¿Por qué no vale para la fotografía?" Necesitamos también plasmar la grandeur , tratamos de explicarle. Solícito y paciente, nos invita a subir a su coche en busca del marco incomparable donde retratarle. La búsqueda de la localización de la fotografía se acaba convirtiendo en una especie de road movie por este espacio excepcional lleno de belleza e historia. El dominio cuenta con 860 hectáreas de parques y jardines, 20 kilómetros de caminos, 200.000 árboles. Su extensión es más omenos el doble de la del Central Park y unas siete veces la del Retiro. Recibe al año la visita de unos siete millones de personas.Y de cada esquina conoce Baraton  los pormenores. Parece saberlo todo de cada árbol, planta o arbusto, pero lo más interesante es el modo en que los mira, les habla y hasta les sonríe...Su semblante se vuelve serio cuando pasamos por la zona más afectada por el temporal del 20 de diciembre de 1999, el día más triste de su vida, confiesa. Hasta el ejército tuvo que intervenir; el parque no se ha recuperado del todo. "Este roble es mi árbol preferido, el más viejo de todos. Se plantó en 1680, conoció a Luis XIV, a Le Nôtre... Ha vivido guerras, lo ha visto todo y aquí sigue, para mí es un símbolo de libertad y de fortaleza."
Vicky Vilches. Fuera de Serie/ El Mundo, jueves 11 de junio de 2015.

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