viernes, 12 de junio de 2015

La importancia de llamarse Gainsbourg

Serge Gainsbourg y Lulu
Lulu, el último del clan. El más joven de la saga vive entre el peso de la herencia y la figura del mito transgresor de su padre. Lulu Gainsbourg publica su segundo disco consciente de que su apellido le expone a críticas feroces. Cuando tenía dos años Lulu Gainsbourg subió por primera vez a un escenario en compañía de su padre Serge Gainsbourg. Era 1991 cuando la gran sala de los conciertos musicales de París, Le Zenith, acogía al músico dos años antes de morir; un público donde se mezclaban varias generaciones. Él era el gran mito transgresor de la canción francesa en todos sus frentes. Gracias al vídeo y a You Tube, Lulu Gainsbourg ha podido memorizar aquel momento de su infancia que casi siempre, en un momento u otro, aparece en todas las entrevistas que atiende. Ahora, a punto de cumplirse los 25 años de la desaparición del músico, Lulu Gainsbourg desembarca su segundo trabajo discográfico, un proyecto musical de factura íntima y autoría propia. Y siempre con el peso de haber crecido con la ausencia de un padre que se ha convertido en objeto de culto....Criado por su madre al margen de los focos mediáticos, el pequeño Lulu (1986, París) lleva una vida nómada entre París, Nueva York, Los Angeles y Londres, la ciudad donde actualmente reside. Posee una formación académica que incluye estudios en el conservatorio  y en la prestigiosa escuela de música Berklee College de Boston. A diferencia de su hermana de padre, Charlotte, su entrada en la escena artística se haría esperar. Un álbum tributo a su progenitor, From Gainsbourg To Lulu (Mercury/ Universal, 2011),acompañado de colaboraciones de alto y lujoso voltaje - Marianne Faithfull, Iggy Pop, Vanessa Paradis, Rufus Wainwrigth, Johnny Depp- y hasta un remake de aquel dúo que en su momento hizo su padre con Brigitte Bardot, Bonnie and Clyde, ahora revisitado ni más ni menos con la actriz Scarlet Johansson. En el proyecto quedaron fuera por problemas de agenda nombres como Leonard Cohen o Bono para un álbum con voluntad de universalizar la herencia melódica de un músico que había hecho alguna cosa más que componer Je t'aime...moi non plus, publicada en 1969... Ahora, después de aquel primer disco homenaje, publica su segundo álbum, Lady Luck (Universal France), un proyecto personal con canciones de su propia cosecha donde mezcla géneros y atmósferas musicales con elegancia....
Carles Gámez. El País. Revista Sábado, 16 de mayo de 2015

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