|
Louise Bourgeois |
El Museo Picasso ahonda en los infiernos que la escultora francesa so soportó, a lo largo de sus casi 100 años de vida , en una retrospectiva que tiene su Araña como pieza estrella. La Araña de Louise Bourgeois merodea inmóvil por el patio del Museo Picasso de Málaga. Esta escultura metálica que evoca a la madre de la creadora francesa en su oficio de tejedora, se sugiere como oficio más contundente de la exposición que acaba de aterrizar en la pinacoteca consagrada en su tierra al precursor del cubismo. Y , junto a ella, hay nieve salas como nueve vidas, como las nueve décadas que vivió la escultora- que recorren 71 años de carrera artística, a través de un centenar de creaciones fechadas entre 1938 y 2009. Son tres cuartos de siglo de producción los que abarca esta muestra, coproducida con el Moderna Museet de Estocolmo, desde donde llegó con la novedad de que un tercio de sus obras permanecen inéditas. En total, son 101 piezas, entre esculturas, grabados y dibujos, y con ellas se despliega la evolución de su legado escultórico, y el empleo de materiales tan diversos como la madera, el mármol, el bronce, la goma u otros elementos que hasta que ella los introdujo no se consideraban dignos para la disciplina. Y, sobre todo, en esta exposición titulada, He estado en el infierno y he vuelto, se recorre la propia vida de la prolífica creadora. Con sus azares y sufrimientos, con su lucha por la libertad de la mujer y sus traumas interiores planeando en la atmósfera que engullirá ala espectador. La retrospectiva arranca con La fugitiva y junto a ella se exhiben otros dibujos de la década de los 40 en los que refleja su condición de mujer casada que ya no es libre y que se ve confinada en el domicilio estadounidense al que se mudó desde Francia para estar con su marido, el historiador de arte, Robert Goldwater. Es en una segunda estación, denominada Soledad, en la aparecen las primeras esculturas que realizó en madera, sobre la década de lso 50, con personajes que vienen a evocar los amigos que dejó en tierras francesas y ya no la acompañaban.A sus traumas dedica una sala en la que se reúne obras como la escultura Guarida... La estancia Fragilidad con cinco cabezas colgadas desde el techo la representan a ella junto a su marido y sus tres hijos, alusión a la dificultad de alternar su carrera de artista con la familia. ...En la novena Equilibrio se ha querido culminar tanto desasosiego con la ración de estabilidad que casi no se encuentra ni en la vida ni en la obra dela escultora....En sus últimos días bordó en un pañuelo la frase que titula la muestra y mitiga tanto sufrimiento"He estado en el infierno y he vuelto, y permíteme decirte, fue maravilloso.
Cristóbal G. Montilla. Málaga EM2. El Mundo, jueves 11 de Junio de 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario