viernes, 5 de febrero de 2016

25 años sin Gainsbourg

Retrato de S. Gainsbourg y Jane Birkin de Jean d'Hugues
Elegante andrajoso. Detestable encantador. Felipe Cabrerizo publica "Gainsbourg: Elefantes rosas", primera biografía española del autor de Je t'aime... moi non plus, cuya publicación precede al 25º aniversario de la muerte, el próximo 2 de marzo, del icono bebedor, fumador y copulador de la chanson francesa. Explica Cabrerizo que "todas las biografías de Gainsbourg que hay en Francia hablan de un montón de personajes, hechos sociales y acontecimientos políticos que aquí no se conocen tanto. Por eso nos parecía idóneo hacer algo desde un punto de vista nuevo y más cercano a lo que se podría encontrar un lector aquí". A este empeño ha dedicado los últimos seis años, recopilando la ingente cantidad de información que hay sobre Gainsbourg en una biografía que sigue el modelo canónico,"sin grandes aspavientos". "El problema que se presentó" recuerda Cabrerizo, "era sobre qué había que contar y qué no. Porque la vida de Gainsbourg tiene una línea de excesos que ríase  usted de David Bowie, Lou Reed e Iggy Pop. Y esto lleva consigo una serie de episodios esperpénticos que requieren un poco de precaución. Porque hay que contarlos, pues son hechos públicos que el propio Gainsbourg fue desgranando, pero tampoco quería que esto se convirtiese en una sucesión de anécdotas y chascarrillos". La clave de todo, según él, es que "la persona y el personaje no tienen nada que ver". Lo que sucede es que, según Cabrerizo, los últimos años de la vida de Gainsbourg son los que más pesan en la percepción popular. Aquellos "en los que entró en una fase de alcoholismo desorbitado y terminó siendo devorado por su personaje". Incluso se puso otro nombre Gainsbarre . Pero frente a esto "todo lo que cuenta la gente de su entorno habla de un persona que es lo contrario a ese personaje descarado y agresivo, alguien tremendamente cariñoso, respetuoso, educado....". Es decir un personaje detestable, pero una persona maravillosa". Tuvo que hilar muy fino Cabrerizo para que no quedase oculta "una obra musical absolutamente apabullante". Su formación clásica es algo que no suelen tener los compositores que se dedican a la música popular. Durante muchísimos años no le interesó nada la música popular. . Y cuando después de una etapa jazz, pega el salto al pop y al ye-yé, lo hace ya con un bagaje que no tenía prácticamente nadie. Cuando da el salto al pop lo hace por una cuestión de necesidad económica, así que decide componer para otros, sobre todo con France Gall. Unas cancioncillas que irán dejando pasos a productos más elaborados, sobre todo en sus dos discos conceptuales, Histoire de Melody Nelson y L'homme à tête de chou . Logros que alcanza según Cabrerizo, gracias a Birkin, a la que conoció en el rodaje de la película Slogan (1969) y a la que despreció en un primer momento. Con ella grabaría Je t'aime...moi non plus. La ruptura con Birkin marca también su decadencia....Su muerte, que ahora se conmemora "es la conclusión de unos años de soledad terrible".
Darío Prieto. El Mundo, jueves 28 de enero de 2016

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