viernes, 12 de febrero de 2016

Malí resiste....desde la música

Los sonidos de África vibran en Bamako, que ha celebrado, su primer festival internacional como gesto de coraje frente a la amenaza yihadista. Son casi las dos de la madrugada, intempestiva hora en que aterriza el avión de la RAM, una de las pocas compañías internacionales que operan en el país. Las medidas de seguridad en el aeropuerto de Bamako--Sénou son extremas. Hay varios controles militares por los que pasar desde el descenso del avión hasta salir al vestíbulo. Malí sigue en estado de emergencia. El Gobierno que lo había instaurado hasta el 31 de diciembre tras el ataque terrorista contra el lujoso Hotel Radison Blu del 20 de noviembre, lo ha prolongado tres meses más. Así que el primer Festival Acoustik Bamako (FAB) ha pendido de un hilo hasta apenas tres semanas antes de su celebración. Fue entonces cuando el gran maestro de la kora Toumaní Diabaté, alma del evento y su equipo decidieron que no debían doblegarse ante las amenazas de quienes a sangre y fuego pretenden acallar a un pueblo orgulloso de una cultura en la que la música constituye su mayor riqueza. .... "No es la política la que hace avanzar a Malí, ni al África del siglo XXI, sino su música y su arte, y también el deporte", dice Toumaní Diabaté  al día siguiente en una rueda de prensa. "Este festival va a mover muchas cosas. Para mí es una gran satisfacción ver que todos estos artistas internacionales han aceptado venir. Es en momentos como éstos cuando uno comprueba quienes son sus amigos", agrega. Le acompañan el actor y músico afroamericano Gary Dourdan, el cantante de Blur Damon Albarn y el Jefe de los Griots, una casta de músicos a la que Diabaté pertenece y que se remonta 700 años atrás a los tiempos de Imperio Mandinga. Todos han acudido sin cobrar, atraidos por la fuente de inspiración que es el país para los artistas. "Malí cambió mi vida cuando vine por primera vez en 2001", cuenta Albarn. "Hay que estar aquí para apoyar la continuidad de la música", abunda. ... Malí adora su música y su cultura y consume maliense. "Nuestra cultura se manifiesta a través de la música. La música de la sonrisa. Si nos la quitan, es como si nos arrancaran el alma y no es posible vivir sin alma. Para nosotros estar aquí es muy importante porque nuestro grupo ha comenzado en Bamako". Quien habla así es Alí Touré, cantante de Songhoy Blues, una formación de cuatro jóvenes músicos provenientes de Tombuctú y Gao que desgranan sus trepidantes sonidos rock macerados en los blues de Alí Farka Touré....
Mercedes Goiz. Bamako. El País, miércoles 10 de febrero de 2016

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