miércoles, 14 de septiembre de 2016

El pulpo de Lugo

En 1928, cuando esto era una rareza, el escritor francés André Mabille de Poncheville peregrinó a Santiago. Al pasar por Lugo le impresionaron las murallas y la tranquilidad de sus calles. "Un poeta enfermo podría ser feliz en Lugo", decía, en una frase que Anxel Fole solía citar, mejorada, como "Lugo es una ciudad para poetas convalecientes". Pero luego, cuando ya empezaba a oscurecer, Mabille contempló un espectáculo que le llenó de espanto: en la Ronda unas brujas atizaban hogueras "semejantes a flores de fuego" para hervir en potes de cobre sus pociones infernales. Hombre culto, inmediatamente se le vino a la cabeza la primera escena del acto cuarto del Macbeth de Sakespeare, en la que las tres brujas cocinan un brebaje a base de "ojo de tritón y dedo de rana/Lana de murciélago y lengua de perro/Lengua de víbora y aguijón de gusano ciego". Por supuesto el escritor se equivocaba. Eran unas mujeres de O Carballiño que estaban cociendo pulpo para el San Froilán. Y, desde luego. la receta era otra. Se comprende el malentendido. En la mayor parte del mundo, el pulpo o ne se come o se come solo por curiosidad. Lo que se dice comerlo con devoción, solo en Japón y en Galicia. En Japón, de hecho se le considera un dios menor, Akkorokamui, y se le rinde culto en un templo de Kioto. Eso quizá ya sea pasarse. En Galicia, con que esté en su punto de cocción y bien de sal y de pimentón picante, ya se considera suficiente. Pero tiene que estar bien preparado. La caseta del pulpo es un lugar s no sagrado, sí solemne. Con el plato de madera no hay bromas . Especialmente en Lugo, que es, después de O Carballiño, la segunda gran capital del pulpo estilo feria. Por eso ha provocado cierta inquietud entre los incondicionales del pulpo la noticia de que las pulpeiras de toda la vida han perdido su concesión para las casetas del San Froilán de Lugo, para este año y para los tres siguientes. Y la han perdido además a manos de una empresa madrileña, lo que ha desatado la polémica. El problema no es que la empresa sea de Madrid. Yo mismo he comido alguna vez pulpo en Madrid que estaba bueno . El problema es que por lo visto la nueva concesionaria no se dedica a la restauración  sino a los servicios financieros....
Miguel Anxo Murado. Escritor y periodista. La Voz de Galicia, sábado 3 de septiembre de 2016    

No hay comentarios:

Publicar un comentario