viernes, 2 de septiembre de 2016

El siglo de Léo Ferré: el siglo de la "chanson"

Leo Ferré
Leó Ferré hubiera cumplido hoy 100 años. Se le detuvo el corazón el 14 de julio de 1993. Pero atravesando el cogollo del siglo XX, le dio tiempo a llegar a los 77, después de haber circulado, desde Mónaco hasta Castellina en Chianti, de la cuna a la tumba, por las épocas más duras de la historia de Europa. También algunas de las mas esperanzadoras y, para él, en su acracia visceral e intelectual, frustradas. De la Historia de Europa, de la Historia de Francia. De Francia, sin cuya particular historia política y cultural no se entiende ni se construye la del entero continente. Como todos los artistas, en mayor o menor medida, Léo Albert Charles Antoine Ferré fue el fruto de una época y unas circunstancias personales. Nacido en Mónaco, hijo de de Joseph Ferré, jefe de personal del Casino de Montercalo y de María Scotto, una costurera italiana, la música le llegó por vía familiar directa. Un atajo. Su tío, Albert Scotto ex violinista de la orquesta de Montecarlo y director del Teatro del Casino, lo llevaba a los ensayos de la Orquesta del  Principado. Encuentros exaltantes con las almas dolientes y, a veces, en raptos luminosos de reconciliación con la vida, las notas agradecidas de Beethoven, Ravel...Fusión estremecida de Verlaine, Bimbaud, Baudelaire, Mallarmé, Corbière... En su adolescencia adornada y herida por la belleza aturdidora de los sonidos y la deslumbrante de las palabras, la unión de la música y la poesía fue para él, tras su descubrimiento maravillado y doloroso, un alimento íntimo. Y, a la postre, el combustible permanente de una existencia dedicada a renegar del mundo y a celebrar su pertenencia a él; a abjurar de la Humanidad y a darle lo mejor de sí mismo ; a sucumbir al pesimismo y a ponerlo de su lado para crear obras más hermosas cuanto más desesperanzadas y, por lo tanto, lúcidas. El amor, la muerte, el paso del tiempo (Avec le temps), la soledad (La solitude).....¿Existen acaso otros temas más importantes, inspiradores e irremediables? ¿Existen acaso otros temas? Estudió Leyes, Filosofía y Ciencias Políticas que lo formaron sin reformarlo. Habló y escribió menos de la guerra que lo reclutó que del internado católico en Bordighera (Italia), donde descubrió, a los 14 años, muchas de las claves de la condición humana. Para la historia de la canción de autor nace realmente en la posguerra, en el París resurgido intelectualmente de Jean Cocteau, René Clair...Quienes a su vez lo descubren en el cabaret Le boeuf sur le toit, donde suenan sus primeros éxitos: Le scaphandrier, L'inconnu de Londres, Le temps de roses rouges....
Carlos Toro. El Mundo, miércoles 24 de agosto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario