martes, 13 de septiembre de 2016

Un Durero en un mercadillo francés

'Maria coronada por un ángel', grabado de Durero.
Un arqueólogo francés jubilado identificó y compró el grabado "María coronada por un ángel" y lo devolvió a la Staatsgalerie Stuttgart. Las azarosas peripecias de las obras de arte fuera de museos y galerías suelen estar rodeadas de granujas, falsificadores, ladrones y farsantes. Rara vez incluyen la intervención de un ángel. Pero ocurrió recientemente en Francia, en un rastrillo de Sarrebourg, en la Lorena. Allí, en uno de sus merodeos, un arqeólogo francés se topó por azar un grabado de madurez del genio renacentista alemán Alberto Durero (Núrembeg, 1471-1528) datado en 1520: Maria von einem Engel gekrönt/María coronada por un ángel). Lo descubrió en el puesto de un vendedor que acaba de comprar el contenido de una casa de la ciudad. Según relata la agencia Afp, el aficionado, muy versado en temas de arte, detectó la preciada obra y, al inspeccionarla, observó en su parte posterior el cuño del museo alemán Staatsgalerie Stuttgart, que ya ha corroborado que el grabado está "en un muy buen estado". El arqueólogo francés, que "desea mantener su anonimato", explicó Anette Frankenberger, portavoz del museo, tras realizar una búsqueda en el banco de datos de obras desaparecidas, acudió "personalmente  y con su mujer" a Stuttgart para devolver el grabado, que había sido hurtado (y desaparecido) a finales de la Segunda Guerra Mundial. El grabado en bronce de Durero, agregó la portavoz,  agregó la portavoz, quizá "conservado envuelto en papel", antes de ser puesto en venta, "pertenecía" a un antiguo teniente de alcalde de Sarrebourg", detalló la mencionada fuente.
G,N. Redacción/ La Voz. La Voz de Galicia, domingo 7 de agosto de 2016  

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