martes, 24 de octubre de 2017

La osadía surrealista, en femenino plural

La tertulia de Ángeles Santos
Ninguna corriente artística se prestó más que el surrealismo a la reivindicación propia de las mujeres, aunque en ese ejercicio de autoafirmarse algunas de ellas dejaran jirones de piel y, en ocasiones, hasta la vida. Lo más peculiar y doloroso es que muchas encontraron sus enemigos más fieros entre los adalides del movimiento, que eran con frecuencia también sus maridos o parejas. El Museo Picasso Málaga ha reunido el trabajo de 18 artistas relacionadas,  de forma más o menos estrecha, con el surrealismo en una exposición cuyo título evita deliberadamente incluirlas en el grupo de Breton  y compañía y subraya más bien su pertenencia a sus márgenes. Somos plenamente libres. Las mujeres artista y el surrealismo se llama esta muestra comisariada por el catedrático José Jiménez y abierta al público hasta el 28 de enero de 2018. La exposición comprende 124 obras en toda clase de soportes firmadas por Eileen Agar, Claude Cahun, Leonora Carrington, Germaine Dulac, Leonor Fini -seguramente la más reticente a considerarse parte del grupo-, Valentine Hugo, Frida Kahlo, Dora Maar, Lee Miller, Nadja, Meret Oppenheim, Kay Sage, Dorothea Tanning, Toyen, Unica Zürn y las españolas Maruja Mallo, Remedios Varo, y Ángeles Santos. Según José Jiménez, lo más destacado de las obras aquí reunidas es precisamente "el poderoso conjunto que conforman"; de forma análoga, lo que mejor define la muestra es que se compone de creaciones muy heterogéneas, carentes de rasgos comunes salvo ese aire surrealista que les da aliento. "Cada una de las autoras es ella misma, y sus trabajos son tan diferentes  como los tipos de soportes que utilizan", explica el catedrático de Estética y Teoría de las Artes. ... La propuesta de José Jiménez se concreta en cinco áreas expositivas que indagan en el concepto cambiante de identidad (todas las cosas diferentes que podemos ser), los mundos que no vemos aunque los tengamos delante de nuestros ojos, el sueño como mitad oculta de la vida y espacio de afirmación, el vértigo del erotismo -fuente de la vida- y la abolición de las fronteras entre los sexos.
P. Unamuno. Málaga. El Mundo, martes 10 de octubre de 2017 

No hay comentarios:

Publicar un comentario