domingo, 1 de octubre de 2017

Un fin de semana muy francés

Del del 22 al 24 de septiembre disfruté de un fin de semana muy francés. En compañía de tres francesas, una, durante el viaje de ida y vuelta a Madrid; con la segunda compartí el sábado y por los lugares donde estuvimos: la mañana paseando por un barrio de Madrid, al que decidimos, de común acuerdo, llamar desde ahora le quartier français.  La tarde la dedicamos a dos exposiciones en el Thyssen, una de ellas, la de Sonia Delaunay.

Fred Vargas, autora de Tiempos de hielo
El  viaje a Madrid,  como siempre, en tren, dura  ahora, desde la apertura del tramo Ave  de  Zamora, poco más de cinco horas. Tiempo para leer 190 páginas, la mitad de Tiempos de hielo de Fred Vargas (Siruela, octubre 2016 /Temps glaciaires, (Flamma-rion, 2015) Fred Vargas es el seudónimo de Frédérique Audoin-Rouzeau (París, junio de 1957) hija de Philippe Audoin, escritor surrealista próximo a André Breton. Arqueóloga e historiadora de formación, publica su primera novela en 1986, Les jeux de l'amour et de la mort que gana el primer premio en el Festival de Cognac. Esta primera obra no está traducida en español. A partir de entonces ha publicado, casi todos los años una novela policíaca, editadas en España por Siruela. Conocí al comisario Jean-Baptiste Adamsberg en El hombre de los círculos azules, Fluye el Sena, Un lugar incierto. Imposible no empatizar con este personaje tan sagaz y tan humano. Tiempos de hielo, celebrada por la crítica como una de las mejores obras de la autora me atrapó enseguida entre el dibujo de una guillotina y los paisajes de Islandia. Un grupo de turistas en Islandia que van desapareciendo uno tras otro y una Asociación de estudio de los escritos de Maximilien Robespierre. Un problema a resolver, definido por el comisario como un "un grueso ovillo de algas enzarzadas" me envolvió transformando mi viajes en "una larga marcha sin brújula entre las brumas". ¿Cómo no agradecer a la escritora este regalo de unas horas, atravesando, en una tarde de septiembre, Galicia y Castilla, cautiva de su texto, y de nuevo en el regreso?


Me encuentro con cierta frecuencia en Madrid con mi amiga , M.L. , una de las profesoras que hace muchos años me recibieron como assitante de español en en el Lycée Camille Jullian de Burdeos. Ella conserva en Madrid una relación aún más antigua de su primer intercambio, a los 18 años con una familia de esta ciudad. Nos encontramos en Princesa e iniciamos nuestro paseo en Alonso Martínez con la visita a la librería Pasajes, un reciente descubrimiento que cuenta con una buena sección francesa, muy cuidada, muy al día, en un espacio acogedor. Juntas revisamos las publicaciones recientes expuestas. Entre ellas se encontraba Souvenirs de la marée basse de Chantal Thomas que ella misma acababa de regalarme esa mañana. Al dejar la librería cruzamos la Plaza de Santa Bárbara callejeando por el barrio de Justicia. Sus edificios tan  conservados y cuidados; algunos con puertas y ventanas art nouveau despertaron la admiración de M. que aunque conoce muy bien Madrid no recordaba haber pasado por aquí. Quería enseñarle la Casa Longoria, actual sede de la Sociedad General de Autores, con la que por fin nos encontramos,  a la vuelta de una esquina. En la placa de una de sus paredes nos informan: "Es obra del arquitecto José Grases Riera quien en el año 1902 construyó este palacio con una libertad absoluta de diseño convirtiéndolo en el ejemplo más importante del movimiento modernista de Madrid. Fue construido por encargo del financiero Javier González Longoria. Entre sus elementos más singulares, destaca un mirador cuyas columnas adoptan la forma de troncos de palmeras de clara influencia del art nouveau francés". Aunque parece que se inspiró en los palacios belgas que se construían entonces, mi amiga Monique insiste en que ella ve un estilo muy próximo a Gaudí. Pausa para comer. Antes de abandonar este barrio para dirigirnos al Thyssen desembocamos en una placita desconocida para las dos. Un jardín son sus setos y cipreses recortados a la francesa que nos lleva al Audiencia Nacional que ocupa una parte del antiguo Monasterio de las Salesas. Descendemos a la calle paralela y estamos ante el Institut Français, con su antiguo edificio acompañado del nuevo de reciente construcción. Lugares familiares para mí . He pasado muchas horas en ellos, en reuniones y encuentros en mis años de miembro activo de la Asociación de Profesores de Francés. Salimos ya Recoletos, no sin haber acordado que es un barrio muy francés.
Sonia Delaunay en el Thyssen

Sonia Delaunay, Arte y diseño. La tercera francesa del weekend. Sus pinturas, sus diseños de modas y textiles se exponen por primera vez en España, así como el periodo en el que la artista y su familia residieron en Madrid, ciudad ala que llegaron hace ahora precisamente 100 años. Otro regalo, esta vez para la vista: sus modelos confeccionados expuestos, cualquiera de sus diseños tan contemporáneos, telas, vestidos, chaquetas-kimono... 

Mi amiga y yo nos vamos. Es el momento de despedirnos, con la promesa de vernos pronto. Si nuestro deseo se cumple es probable que en Burdeos nos veamos.

Carmen Glez Teixeira




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