viernes, 13 de julio de 2018

Lo mejor de la escena europea

Grito Pelao © Christophe Raynaud de Lage
 La 72ª edición del Festival de Aviñón reunirá 40 espectáculos que reúnen lo mejor del teatro y la danza europeos, siempre con una pátina de vanguardia. La escena francesa está representada por Thomas Jolly, revelado por este mismo certamen en 2015 con un Enrique VI de 18 horas, que abre la cita en el Palacio de los Papas con una violenta adaptación del Tiestes de Séneca. Otro joven y descomedido director, Julien Gosselin vuelve con una adaptación de tres textos de Don DeLillo. Grandes directores europeos como el holandés Ivo van Hove y el suizo Milo Rau también estarán con sus nuevos espectáculos. Además, el director del certamen, Olivier Py, presentará tres piezas cortas de Esquilo con fuertes resonancias políticas. Py también ha programado distintas obras vinculadas al actual debate sobre el género, que encabeza Romances inciertos, de François Chaignaud.
La bailaora Rocío Molina y Silvia Pérez Cruz levantaron una ovación en la noche del viernes en el Festival de Aviñón con su nueva obra conjunta Grito pelao. El espectáculo relata el deseo de ser madre de la bailaora, que se sube al escenario embarazada tras someterse a una fecundación in vitro, como se narra al principio de una representación donde el pudor es una palabra extranjera...Se planteó dejar de bailar para concebir a su hija, hasta que entendió que no debía renunciar a nada. Cuando la obra se represente en París, durante el próximo otoño, la bailaora alcanzará el séptimo mes del embarazo. Y lo hará bailando soleás y tarantos sobre el escenario...A su lado, Pérez Cruz interpreta a un narrador testigo, que observa y participa en el relato, como un cruce de mejor amiga y comadrona. "Soy un comodín con el don de la transformación, como un ángel junto a la Virgen engendrada", sonríe la cantante, que compuso canciones que interpreta en directo, comentando la acción que tiene lugar sobre el escenario como lo haría un coro griego o un bardo. Una de ellas se inspira en el poema Para un hijo sin padre, de Sylvia Plath. Igual que en la obra de la malograda autora, la experiencia de la maternidad que refleja Grito pelao no siempre está pintada de color de rosa. "Hay una parte que lo es y otra que no. En mi caso, también hay una soledad y una ausencia", reconoce Molina...
Álex Vicente. Aviñón. Domingo 8 de julio de 2018

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