Fotograma de Nos vemos allá arriba |
"Me pareció un alegato muy elegante contra la época actual", explica Dupontel. "Todos sus personajes son de una modernidad desconcertante, con una pequeña minoría codiciosa que domina el mundo. Las multinacionales de hoy están llenas de tipos como el teniente Pradelle y el magnate Péricourt, sin fe ni ley, que hacen sufrir a innumerables tipos como Albert, el protagonista, que perseveran para sobrevivir a través de los siglos".
La película ganó cinco premios César, entre ellos los de Mejor Director, Fotografía y Guión Adaptado. Su trama comienza en el Marruecos colonial francés en 1920. Albert Maillard (encarnado por Dupontel, director y coguionista del filme) presta declaración antes las autoridades acusado de ser el autor de estafa de falsos homenajes a los caídos en la guerra. En su relato, un gran flashback, cuenta que él mismo es un excombatiente, que el último día de la contienda estuvo a punto de morir por la locura sádica de su teniente (Laurent Lafitte) y que le salvó la vida su amigo Édouard (Nahuel Pérez Biscayart, 120 pulsaciones por minuto). En el trance, la cara de Édouard, excelente dibujante e hijo de un magnate, queda horriblemente desfigurada. Éste no se atreve a regresar a su hogar y prefiere quedarse malviviendo con Albert. Hasta que se le ocurre un modo de mejorar su situación....
Juan Pardo. El Mundo, viernes 29 de junio de 2018
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