martes, 31 de julio de 2018

Marc Chagall, París-Vitebsk

 Homenaje a Apollinaire.  M. Chagall
Vivió casi 100 años pero le bastó haber llegado a los 34 para redactar Mi vida, una de las autobiografías más hermosas que se conozcan. Para 1921 el aún joven Marc Chagall, cuya pintura ya era muy marcadamente autobiográfica, hubo de sentir que se cumplía un ciclo del que hacer memoria escrita, y lo tituló así, Mi vida. Esta exposición, concebida, organizada y producida en Basilea por el Kunstmuseum y programada ahora por el Museo Guggenheim de Bilbao, atiende, con una importante selección de pinturas y dibujos al trabajo anterior de Chagall anterior a la publicación de aquellas memorias. Más concretamente el título de muestra habla de "los años decisivos, 1911-1919". Ese espacio de tiempo coincide en su inicio con la llegada del pintor ruso a París; mientras que 1919 es el año en que crea la Escuela de Arte del Pueblo en Vitebsk revolucionario. Así más o menos se justifica. Pero ante todo se nos sitúa en un tracto temporal casi idéntico a la década de 1910, en la que acontecieron las vanguardias artísticas, cuya intensa historia en Francia y en Rusia fue también la de Chagall. 
La alianza del pintor con la modernidad varguandista quedó simbólicamente sellada en 1913 con el Homenaje a Apollinaire, una de las pinturas señeras que se muestran en Bilbao. Este emblema de cuatro metros cuadrados con los primeros seres, Adán y Eva, embutidos en un sólo cuerpo sobre discos de colores a lo Robert Delaunay, fue pintado para honrar al espíritu de la vanguardia encarnado, entre otros, en el poeta Apollinaire y en el por este denominado orfismo, por entonces en plena eclosión...
Tomándose la licencia de replicar los títulos París-Berlín, París-Moscú,  etc., de las muy célebres exposiciones que hizo Pontus Hultén en los años setenta, esta es París-Vitebsk. En ese eje se articula el itinerario expositivo, a la vez que una constante, la de la pertenencia nativa, no deja en ningún momento de manifestarse... Se complementa muy bien con la lectura ofrecida por la reciente exhibición  del Centro Pompidou en París: Chagall, Lissitzky, Malévich...La vanguardia rusa en Vitebsk, 1918-1922. Esa otra exposición comenzaba donde la de Bilbao termina, en la Escuela de Arte del Pueblo creada en Vitebsk en enero de 1919, un episodio extraordinario en la historia de las enseñanzas artísticas...
Luisa Espino. El Cultural, 20-7-2018

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