Laetitia Casta |
P.- Usted es madre de tres hijos, hace de madre en la película y la responsabilidad de la maternidad es uno de los argumentos...
R.- Creo que todas las madres del mundo vivimos un momento delicado. Nos enfrentamos por primera vez en la historia ante la obligación de explicar a nuestros hijos que quizá el planeta que le dejamos no tiene futuro. Cuando yo era niña eso no pasaba. El futuro existía. Eramos una generación de privilegiados, sin saberlo.
P.- ¿Siente también la responsabilidad de utilizar el poder de la fama para cambiar las cosas?
R.-Sin duda. De hecho, soy embajadora de Unicef e intento involucrarme en todos los proyectos que tengan que ver con mujeres y niños. La sociedad te da un poder y es justo que le devuelvas algo de tu privilegio. El cine puede ser también una herramienta para cambiar las cosas. Intento elegir papeles que me digan algo y que tengan algo que decir a los demás.
P.- Su película está en una sección donde la mitad de las producciones están dirigidas por mujeres...
R.- Es bueno, es lógico, es necesario que sea así .
P.- ¿Está de acuerdo con establecer cuotas para favorecer las voces de las mujeres?
R.- No creo que poner números fijos sea una buena solución. ¿Quién dice el número exacto de mujeres y hombres que tenga que haber y en función de qué? Creo que las cosas se tienen que conseguir de manera mas fluida, más natural. (...)
P.- ¿Qué relación mantiene con la belleza?
R.- Mis padres nunca me dijeron que era guapa. Nunca. Vivimos en una sociedad donde todos nos parecemos. La obsesión por la belleza superficial están creando clones. Somos prototipos de una feminidad extrema sin defectos...La belleza tiene que venir de dentro, tiene que ser de cada uno, personal...
Luis Martínez. El Mundo, viernes 27 de septiembre de 2019
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