La Roche-Guyon |
El pueblo debe su nombre a los antiguos dueños del castillo medieval, La Roche de Gui, que ocuparon sus dependencias durante más de 300 años, hasta mediados del siglo XV. Desde la torre se divisa una vista sin igual del zigzaguear del río Sena y se asciende por una escalera subterránea de 250 escalones cavados sobre la roca para acceder al espectacular castillo del siglo XVIII que el mariscal Rommel convirtió durante su estancia en Francia, a partir de febrero de 1994, en sede de su estado mayor.
La Roche-Guyon ha inspirado a escritores ilustres como Víctor Hugo y Lamartine. Pintores como Monet, Pissarro, Renoir, Cézanne y Braque, han plasmado su belleza arquitectural en sus cuadros. El historietista belga Edgar P. Jacobs eligió La Roche-Guyon como escenario de una de las aventuras de Blake y Mortimer en La trampa diabólica. El castillo ha vivido numerosas modificaciones lo que permite un viaje a través del tiempo de la mano de los distintos estilos arquitectónicos, desde su torreón medieval a las caballerizas del siglo XVIII, desde los primeros espacios troglodíticos (en algunos casos reconvertidos hoy en garajes), al huerto experimental de los Lumière. Este ha sido recientemente restaurado según los planes de 1741 que describían estructura y plantaciones, para recuperar su primera vocación de huerto experimental, dedicado al cambio de técnicas de cultivo y a la dimensión social de la alimentación.
La iglesia, construida en dos tiempos a causa de la ocupación inglesa durante la Guerra de los Cien Años, o el sistema hidráulico, que durante los últimos cuatro siglos ha suministrado agua al castillo, son otros de los múltiple encantos de este pueblo, uno de "los más bellos de Francia".
Asunción Serena. La Voz de Galicia, sábado 31 de agosto de 2019.
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