domingo, 22 de septiembre de 2019

El "dandy" de la política francesa: Cédric Villani

Cédric Villani
No son las 9 de la mañana y el mando del control de acceso a Notre Dame me ha enviado a dos gendarmes a preguntar al enjambre de periodistas qué hacemos allí. Temen una manifestación y sonríen relajados al saber que esperamos a Cédric Villani. Al poco se abre la puerta y el candidato a la alcaldía de París inicia, torero, el paseillo mediático en su primera rueda de prensa, en un café a dos pasos de su cuartel general.
Ya no lleva el pelo tan largo como cuando irrumpió en política. Un estudiado flequillo cae sobre sus cejas gruesas. Tiene la nariz aguileña y una barba rala sal y pimienta, que es como llaman los franceses a las primeras canas. Viste con todos los atributos que le han hecho famoso: traje de tres piezas con el reloj de bolsillo en el chaleco. Corbatín de nudo ancho con alfiler sobre camisa blanca y una araña de ocho centímetros en la solapa. Una pulsera de cuero en la muñeca izquierda es la única modernez de ese look de romántico del siglo XIX.
El aspecto no es lo único singular. Su curriculum es excepcional. No sólo es matemático de formación, dedicación profesional y trabajos publicados. Ganó en 2019 la medalla Fields, considerada el Nobel de esta ciencia. Presidió hace cinco años el comité de apoyo a Anne Hidalgo, alcaldesa de París. Luego se sumó a la ola que llevó a Emmanuel Macron al Elíseo.
Peleó por la nominación del partido presidencial como aspirante a la alcaldía de la capital. Los candidatos hicieron campaña pero, al final, la comisión de investidura, tras un examen oral de varias horas, se decidió por Benjamin Griveaux, fiel compañero del presidente desde el principio y exportavoz del Gobierno. El aparato se impuso ecomo en tiempos de la vieja política, antes de la era Macron. Sólo que Villani no ha pasado por el aro. Y va a ir por su cuenta. Las municipales son en marzo. Pero la batalla por París va a ser épica...
Griveaux que recibió hace poco el respaldo público del primer ministro Édouard Pilippe, hizo un llamamiento a la unidad:"Mis puertas están abiertas". Respuesta de Villani: "Las mías también".
Dicho con sonrisa vacilona, en este café de la rue Arcole. El candidato ha subrayado el simbolismo de la ubicación de su oficina electoral:"Junto a Notre Dame, en la isla de la Cité, con el Ayuntamiento a dos pasos y en una calle con nombre evocador". (Arcole es una batalla ganada por Napoleón, que dio a la Francia revolucionaria el dominio del norte de Italia. Bonaparte, joven general a las órdenes del Directorio, se abrió paso enarbolando una bandera, en el combate por un puesto estratégico. Pudo morir peroo cambio la Historia). "Arcole evoca la conquista, el dinamismo y el espíritu positivo que va con ellos", dice el candidato rebelde. . .
Iñaki Gil. París. El Mundo, sábado 21 de septiembre de 2018 

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