"La moda pasa, el estilo permanece", sentenció Gabrielle Chanel. Paparruchas. "La ropa es lo primero que piensas cuando imaginas una época. Dices siglo XVIII y lo primero que acude a la mente son vestidos con miriñaque antes que cualquier otra cosa, incluso que la arquitectura". Ahí lo tienen: Karl Lagerfeld desdiciendo otra vez a la modista francesa. El popular adagio de mademoiselle, ese que tantas bocas llena entre quienes desdeñan el poder de la indumentaria, pulverizado por la lucidez habitual del creador alemán que retroalimentó a la casa de la camelia hasta su muerte, a principios de este año que ahora acaba.
La primavera del que viene, quién se lo iba a decir al uno y a la otra, quiere vestir a las señoras -y a algún señor- de nuevo con dramáticos tontillos, crinolinas y panniers. Menuda forma de acabar la década.
El segundo decenio del siglo XXI termina en 2020 (no, el siguiente no empezará hasta 2021, por mucho que nos empeñemos en arrancar poniendo los contadores a cero) con ganas de olvidar. Porque vaya tela que en pleno paroxismo empoderador, inclusivo y feminista, diseñadores y marcas vuelven a enjaluar el cuerpo de la mujer con armatostes sin sentido en los tiempos en que vivimos. La lectura de semejante propuesta pone los pelos de punta: cosificación, inmovilismo, represión. El imperio machuno y señoro contrataca.
Sí, hay amenaza de nueva recesión en ciernes y las fuerzas socioeconómicas y políticas rugen alto y claro en la caverna conservadora."Uno no sabe nada de la sociedad cuando desconoce las modas que imperan en ella. La vestimenta revela las costumbres", editorializó el escritor, periodista e intelectual Anatole France en el primer número de la revista de Journal des Dames et des Modes, en 1912. El Nobel de literatura galo ya había contado que de tener la oportunidad leer algo un siglo después de su muerte, no elegiría un libro de historia, ni siquiera un periódico, sino una revista de moda, porque "los trapos que llevaran las mujeres me dirían más que todos los novelistas, filósofos, predicadores y sabios juntos". El relato de estos 10 años le iba a dejar tiritando...
Rafa Rodríguez. Smoda. El País, diciembre 2019
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