
Vivimos en la sociedad del espectáculo, eso habrá poca gente que lo discuta. ¿Qué es, sino, todo este bombardeo de imágenes, redes sociales y luces de pantallas? La cuestión está en si la descripción de Debord y sus anticipaciones fueron acertadas o no. El primer libro de Mario Vargas Llosa tras recibir el Premio Nobel de Literatura de 2010 fue La civilización del espectáculo (2012), en el que atacaba la superficialidad y frivolidad de la cultura contemporánea. Aun estando ideológicamente muy separado de Debord, que elaboraba su aparato teórico a partir de ideas sacadas del marxismo, Vargas Llosa concedía al pensador francés pequeños avances sobre su análisis de nuestro mundo:"Un mundo donde, como decía Guy Debord, el vivir es reemplazado por el representar y eso conlleva un empobrecimiento de lo humano".
El también peruano Fernando Iwasaki no se muestra tan benevolente en su reseña de la reedición de Comentarios...: "No estamos ante un libro de ensayo sino ante un ensayo de libros. Un panfleto que ni siquiera tiene las mejores propiedades laxantes del género". Para él, lo más escandaloso es "su condescendencia hacia el terrorismo". En efecto, prefiere que se le juzgue por sus enemigos más que por sus resultados".
Lo cual revela la otra gran faceta de Debord: el polemista y revitalizador del absurdo una vez finiquitado el movimiento surrealista...
Darío Prieto. El Mundo, 1 de diciembre de 2019
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