Maastricht quiere recuperar un tesoro: el cráneo fosilizado de un dinosaurio, un réptil acuático que vivió hace unos 66 millones de años cuando la zona que rodea a la urbe actual estaba cubierta por un mar cálido y poco profundo. Hallado a finales del siglo XVIII, fue saqueado por las tropas francesas y se exhibe desde 1795 en el Museo de Historia Natural de Francia, en París. Ahora la institución holandesa homóloga, sita en Maastricht, que guarda solo una réplica en yeso, quiere que el Gobierno reclame oficialmente a Francia su retorno. El Ayuntamiento apoya la idea y el jueves tuvo lugar una reunión en el Ministerio de Educación, Cultura y Ciencia para analizar el caso. Sobre la mesa hay una posible restitución comparable a la aplicada a otras piezas históricas, ya sea de la era colonial o de la II Guerra Mundial.
El nombre oficial de ese animal prehistórico es Mosasaurus hoffmanni. Es el primero de su especie de los encontrados en los Países Bajos, aunque han aparecido también en otros lugares del mundo. Este, de unos 16 metros , fue descubierto en octubre de 1778 en unas canteras subterráneas de piedra caliza. Pertenece al periodo Maastrichtiense (de 71 a 66 millones de años), la última edad del Cretácico, y lo encontraron en un terreno propiedad del canónigo Theodorus Godding. Como los túneles de las minas de caliza donde extrajeron el fósil estaban bajo su casa lo reclamo como suyo. Una vez en su poder, lo metió en una vitrina para que la gente pudiera admirarlo. Maastricht está en la parte católica de Países Bajos y en la Biblia no aparecen los dinosaurios, por supuesto. El que nos ocupa es esencial porque representa la primera parte de lo que luego sería la teoría de la evolución de las especies", explica al teléfono John Jagt, conservador de Paleontología del Museo de Historia Natural de la ciudad holandesa. En su opinión, ese fósil es comparable "a lo que Tutankamón supone para la arqueología".
En la Maastricht del siglo XVIII podía explicarse la presencia del reptil aludiendo al diluvio universal, pero cuando aparecieron los fósiles en otros países, "en cierto modo era como aceptar que Dios pudiera ser falible , que hubo más de un diluvio"...
A finales de 1794, Maastricht fue capturado por el ejército revolucionario francés, y existía un plan para hacerse con el fósil. "Francia se había despojado de todo vestigio religioso en esa época y tenía que conseguir el monosaurio de gran valor científico", cuenta el conservador. Como se creía que había sido escondido en algún lugar de la ciudad, la leyenda dice que se ofrecieron hasta 600 botellas del mejor vino como recompensa a los que pudieran encontrarlo. "Nada, Todo eso es una farsa. Lo robaron. Fue un botín de guerra", asegura Jagt. El cráneo fosilizado fue trasladado a París en 1794 y luego declarado una pieza del patrimonio nacional. "Hay pruebas documentales de que después de Napoleón hubo una oportunidad de que los holandeses reclamasen algunas de las cosas producto de la rapiña de los revolucionarios, y se recuperaron varias. Se olvidaron del fósil o tal vez no lo sabían...
Isabel Ferrer. La Haya. El País, martes 12 de diciembre de 2023.
No hay comentarios:
Publicar un comentario