viernes, 15 de diciembre de 2023

Pierre y Jean-Jacques Goldman

Eran hermanos y no podían ser más distintos. Eran los Goldman, iconos de un momento de la historia y la sociedad de Francia y ahora de nuevo de actualidad gracias a un libro y a una película. 

El mayor Pierre era un rebelde, en cólera contra todo y todos. Un aventurero. Un revolucionario. También un macho alfa, un tipo violento, un atracador envuelto en un aura romántica que en los setenta se convirtió en una causa célebre para la izquierda. Sartre, Beauvoir, Montand firmaban manifiestos a su favor. El cantautor Maxime Le Forestier le dedicó una canción protesta.

Jean-Jacques era siete años menor e intentaba por entonces abrirse camino en el negocio musical. Se convirtió el rey del pop-rock francés, con millones de discos vendidos y un talante opuesto al de Pierre. Jean-Jacques fue un artista integrado en el sistema, progresista pero no revolucionario. Y con una imagen de estrella a su pesar, un hombre humilde y corriente que representaba una masculinidad tierna y sensible. Ahora se le llamaría un "aliado" del feminismo.

Pierre murió asesinado en 1979. Tenía 35 años. A su entierro en el cementerio Père Lachaise, de París, asistieron miles de personas. Jean-Jacques hizo mutis a principios de este siglo. Después de serlo todo en el pop francés, seguramente el más celebrado (y, al mismo tiempo, poco conocido fuera de sus fronteras y despreciado por la élite del buen gusto como artista de masas, popular y facilón) de la era posterior a los sesenta y setenta, se retiró. Y, pese a que ya no graba discos y muy raramente aparece en público, es, sondeo tras sondeo, la figura pública preferida de los franceses.

¿Qué tenían de especial aquellos hermanos, hijos de madre distinta (judía polaca la de Pierre, alemana la de Jean-Jacques) y de un judío nacido en Polonia y que participó en la Resistencia francesa contra la ocupación nazi? ¿Qué explica su leyenda de la Francia de su época, y de la de hoy? La publicación de un ensayo sobre el artista Jean-Jacques Goldman, demuestra la fuerza del ambivalente mito Goldman.

"La coincidencia del libro y la película dice algo de la historia de la familia Goldman, que encarna casi un siglo de historia francesa, si nos remontamos al padre" explica Ivan Jablonka, profesor de Historia en la Universidad Sorbona París Norte y autor de Goldman, uno de los ensayos del año en Francia. "También dice algo de las luchas fratricidas de la izquierda francesa. Y sobre la manera en que los inmigrados, y en especial los inmigrados judíos, se integraron y encarnan la historia francesa.

El bisturí analítico y narrativo que aplicó al asesinato de una mujer en Laetitia o el fin de los hombres, y a la revolución feminista y el machismo en Hombres justos (ambos publicados en castellano por Anagrama), los aplica ahora a una estrella pop. Salvando las distancias musicales, sociológicas e ideológicas, es como si alguien escribiese un ensayo sobre Mecano para entender España y los españoles de los ochenta, y a los de ahora.

La película El proceso Goldman, dirigida por Cédric Kahn, se centra en el otro protagonista. Se trata de una reconstrucción del segundo y último juicio en 1976, a Pierre Goldman, por varios atracos y por la muerte de dos empleadas de una farmacia  cerca de la Plaza de la Bastilla, en París. Fue absuelto por esta última acusación y salió en libertad. El filme es la historia de un hombre poseído por una rabia incontenible y atormentado por el Holocausto...

Marc Bassets. El País, 11 de diciembre de 2023.

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