Elogio de la amistad, del amor, de tantas cosas latentes en la trama. Que por momentos tengas la sensación de que le sobran minutos no pasa de sensación, enseguida compensada por el tono del conjunto. Una animación que, por el tema, es para todos grandes y pequeños, también para la cinefilia más exigente. Con guion del propio Pablo Berger sobre la novela gráfica de la estadounidense Sara Varon (publicada en el 2007), se ambienta en la Nueva York de los años ochenta (asoman las Torres Gemelas), y son numerosos los guiños culturales a esa época, incluida una cuidad recreación de atmósferas , sin descuidar referencias musicales y también cinéfilas (por ejemplo, la ducha de Psicosis, por citar una) en un mundo en donde solamente habitan animales antropomorfos. El protagonista es un chucho con cierto aire a pariente lejano de Snoopy, que vive solo y una noche ve desde su saló el buen rollo que se trae la pareja vecina. Decide corregir su soledad pidiendo un robot, que después montará y le hará compañía. Todo irá bien hasta que un día de verano, algo inesperado ocurre en la playa y la separación será inevitable.
Berger que en el 2012 impactara con la muy premiada Blancanieves (silente y en blanco y negro), se tomó cinco años para llevar a buen puerto otro proyecto tan personal como arriesgado, porque Robot Dreams lo es. Y acetó. Acumula premios y todo indica que se colará entre las finalistas al Óscar, ahí es nada. Otra diana es la ausencia de diálogos: decir mucho sin usar la palabra (aunque sí la música, ya sea callejera o enlatada, mérito de Alfonso Villalonga) y usando un dibujo capaz de transmitir una intensa carga emocional, con un cierre antológico. Hay también destellos de virtuosismo formal, como la divertida coreografía protagonizada por las flores y un halo de melancolía que lo impregna todo para elevar la película a la categoría de obra de arte. Si la animación estadounidense comienza a transmitir signos de agotamiento temático y formal, las bocanadas de aire fresco llegarán desde sus periferias, como esta virtuosa propuesta de Berger.
Miguel Anxo Fernández. La Voz de Galicia, sábado, 16 de diciembre de 2023.
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