El guion del propio director adapta la novela del polifacético escritor Marcel Rouff (1887-1936) La vie et la passion de Dodin Buffant, gourmet, publicada en 1924 y ambientada en 1885. El personaje de Dodin es ficticio, aunque está tomado de referentes reales.
Con A fuego lento, el autor de la recordada El olor de la papaya verde (1993) se suma a la ya larga nómina de realizadores centrados en convertir el rutinario acto de comer en un festín para los sentidos y, al mismo tiempo, maridarlo con la pasión amorosa. Quizá la cumbre más recordada de esa variante del drama sea la danesa El festin de Babette (Gabriel Axel, 1987), protagonizada por Stéphane Audran, aunque se podrían citar varios títulos, en su mayoría producidos en Francia, al cabo, el país que hizo de la cocina un arte. El jugoso recetario que transcurre ante nuestros ojos durante más de dos horas vindica el paladar como lugar de placeres insospechados (el personaje de la niña capaz de descubrir los matices de un simple bocado) y los labios enarbolan el beso como otra vía de placer. Por supuesto, mejor verla con el estómago saciado...
Miguel Anxo Fernández. La Voz de Galicia, sábado 23 de diciembre de 2023.
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